Una de las novedades más destacadas del Samsung Galaxy Note 7 fue el escáner de iris incluido en la parte frontal. Un nuevo sensor biométrico que se sumaba al ya estandarizado escáner de huellas. Al momento de su presentación, Samsung indicó que en el futuro integrará el citado lector de iris también en modelos de gama media. Un hecho que podría contagiar al resto de fabricantes para adoptar la misma solución de seguridad. Sin embargo, ¿cuándo se espera que suceda?
A pesar de que anteriormente hubo intentos por parte de algunas firmas, el sensor de huellas no se estandarizó como sistema de seguridad hasta que Apple lo implantó en su iPhone 5s. Posteriormente se imponía en un importante volumen de smartphones Android. ¿Sucederá lo mismo con el escáner de iris estrenado por el Samsung Galaxy Note 7? Pues si analizamos la situación, podríamos decir que nos encontramos en una situación parecida, con distintos actores. Y es que este tipo de lectores biométricos ya han sido utilizados con anterioridad por otras marcas, pero puede que sea Samsung el que impulse definitivamente su implantación en el mercado.
El escáner de iris en smartphones
Todo apunta a que será la propia Samsung la que dé el paso definitivo e incluya el citado escáner de iris en otros de sus modelos. No hay fechas al respecto, pero podría suceder a finales de año o principios del que viene. ¿Y qué hay del resto de marcas?
De ahora en adelante no sería una sorpresa que marcas punteras incluyan el escáner de iris en sus modelos más destacados -y caros-. Sin embargo, ¿para cuándo se establecerá este escáner como medida de seguridad en smartphones de gama media, los más demandados en el mercado? Por utilidad y efectividad, se ha demostrado un medio muy seguro, por lo que todo parece indicar que es una característica que gran parte de fabricantes adoptarán.
Chips dos en uno, la clave
La respuesta a esta pregunta bien la puede tener Downwoon Anatech. Esta empresa trabaja para integrar en un mismo módulo la cámara frontal y el chip emisor de infrarrojos. Y es que, según sus dirigentes, esta medida permitirá abaratar un 30% los costes de este tipo de componentes. Un factor vitar para que la gama media adopte este tipo de sensor biométrico sin repercutir tanto en el precio final del producto como en las ganancias de las firmas. Y es que actualmente, como sucede en el Samsung Galaxy Note 7, el emisor de infrarrojos para permitir la lectura del patrón del iris del ojo del usuario es independiente, algo que conlleva un sobrecoste que bien se puede rentabilizar en un equipo premium con precio superior a los 800 euros, pero no en un modelo de bajo coste.
Según las previsiones de Dongwoon Anatech, planean introducir el módulo de cámara frontal y chip de infrarrojos a partir del próximo año, por lo que es de esperar que posteriormente, esta solución y el propio aumento del volumen de pedidos del componente permitan su adopción en terminales más económicos.