La mayor parte de los analistas ya lo pronosticaban y ha sido la propia Apple la que ha terminado por confirmar todas las sospechas. Los resultados económicos correspondientes al tercer trimestre fiscal de la firma para este año corroboran que las ventas de iPhone descienden por segundo trimestre consecutivo. Una tendencia que no se producía desde el propio nacimiento del smartphone en 2007. Y es que el volumen de ventas de la firma de la manzana, de marzo a junio, ha sido de 40 millones de iPhones, un dato que supone un descenso cercano al 20% respeto al mismo periodo del año pasado.
El imperio de Steve Jobs se pierde poco a poco. Desde su lanzamiento en 2007, el iPhone se ha coronado como el producto tecnológico más prolífico de la firma californiana, hasta el punto de suponer las dos terceras partes de los ingresos de la firma. Hasta el año pasado, las estadísticas mostraban una línea ascendente, incluso con crecimiento exponencial en algún momento de su trayectoria comercial. Sin embargo, el lanzamiento del iPhone 6 suposo alcanzar el techo de mercado, momento desde el cual las ventas de Apple se han resentido. Tanto que el iPhone 6s no ha sido capaz de amortiguar la caída. Así lo mostraban los resultados económicos de Apple del pasado trimestre y que vuelven a enfatizar algo más que un tropiezo con los resultados correspondientes a los meses de marzo a junio.
Un descenso cercano al 20%
Ya conocemos las cifras oficiales y, tal y como se esperaba, Apple pincha de forma brusca en lo que a la venta de iPhones se refiere. Y es que la firma de Cupertino ha declarado que durante los últimos tres meses, de marzo a junio, ha vendido un total de 40.4 millones de unidades de su smartphone. Este dato supone un importante contraste respecto al mismo periodo del año pasado, cuando los norteamericanos oficializaban la venta de 47.5 millones de iPhones.
Las ventas del iPad, ligeramente mejor de lo esperado
En contrapartida de lo sucedido con el iPhone, las ventas de la tableta se han visto incrementadas por encima de lo previsto. Tanto es así que los diferentes modelos del iPad han registrado una venta total de 9.95 millones de unidades. Aún así, supone un descenso si confrontamos la misma cifra de ventas correspondiente al mismo periodo del año pasado, cuando la multinacional contabilizaba 10.9 millones de unidades.
Ingresos
De forma inmediata, el resentimiento de las ventas de iPhone han repercutido de forma directa en los ingresos de la compañía. Así, los resultados financieros del tercer trimestre fiscal indican que Apple ha metido en caja 42.400 millones de dólares y un beneficio neto de 7.800 millones, lo cual supone 1.42 dólares por título. En este aspecto, una vez más hemos de recurrir a la comparación de los resultados de este trimestre fiscal con el mismo correspondiente al año pasado. Por entones, Apple ingresó 49.600 millones de dólares con un beneficio neto de 10.700 millones y 1.85 dólares por acción.
iPhone SE
Aunque Apple no ha desglosado la venta de iPhones por modelo, Tim Cook ha matizado que el iPhone SE ha respondido muy bien en su lanzamiento comercial. No obstante, tal y como se intuía, la venta del iPhone SE ha influido en la valor medio de ingresos por smartphone. Y es que Apple ha visto reducido el valor de la venta promedio a 595 dólares respecto a los 642 dólares registrados durante el último trimestre económico.
Efecto opuesto ha generado el lanzamiento del iPad Pro dado que ha aumentado el valor medio de ingresos por la venta de tabletas. Así, Apple pasa de los 430 a los 490 dólares por unidad.
Apple Watch
Una vez más, y se repite desde que fuera lanzado, Apple no ofrece detalles acerca de la venta de su smartwatch, el Apple Watch. Las últimas estadísticas proporcionada por los analistas y firmas de inversión hablan de un fuerte descenso, en torno al 55%. Queda patente pues que los resultados cosechados en torno al wearable no son positivos. De hecho, los rumores insisten en la inminente presentación de la segunda generación del reloj para, de algún modo, paliar esta tendencia que no ha respondido en ningún momento a las expectativas depositadas por la firma.