Si tienes un móvil con 128 GB de memoria, seguramente ahora mismo te estés planteando si tiene suficiente espacio para todo cuanto necesitas o la memoria se te va a quedar corta entre este año y el que viene. Probablemente si estás pensando en esto es porque ya empiezas a notar que el rendimiento no es como antes o que tienes que ir quitando fotos, vídeos o aplicaciones para instalar alguna nueva.
Si no es así y te das cuenta de que aún te queda mucha memoria, no deberías preocuparte de momento por comprar un nuevo móvil si es esto lo único que te preocupa. Sin embargo, si según tus hábitos de uso se te queda corta es momento de ir pensando en una actualización.
Hoy en día, los móviles de 128 GB aún siguen siendo suficientes para muchas personas, incluso si estás pensando en comprar un teléfono nuevo, pero para muchas otras no llega. Además, si piensas en el futuro deberías ir planteándote en comprar un modelo de al menos 256 GB. Si tienes un smartphone que funciona bien y aún te queda espacio en tu teléfono, no debes tirarlo porque aún te va a durar, pero llegará un momento en que empieces a plantearte el cambio. Por ahora, solo debes hacerlo si es necesario, porque tampoco vas a pagar por un teléfono nuevo si no lo necesitas.
También debes tener en cuenta que, si tu memoria es ampliable con una tarjeta, no necesitas más que comprar una con mayor capacidad y te saldrá mucho más barato que comprar un teléfono nuevo.
Comprueba cuánto espacio te queda y decide
Según tu modelo, la forma de consultar el espacio de almacenamiento que tienes y cuánta memoria te queda disponible puede variar un poco. Sin embargo, suele estar en el apartado de Sobre el teléfono o similar, donde pone Espacio de almacenamiento. Si presionas sobre esta opción, verás la capacidad de tu teléfono, cuánto has ocupado y en qué la estás usando. Si te fijas en la imagen que mostramos a continuación, a este móvil comprado hace poco menos de un año ya le queda menos memoria de la que nos podríamos imaginar, se han ocupado 93,4 GB de sus 128 GB.
Solo el sistema ya ocupa 17 GB o más, a lo que hay que incluir futuras actualizaciones, aplicaciones que instales, sus debidas actualizaciones y todo cuanto necesites tener en tu teléfono sí o sí. Sumando todos estos elementos te darás cuenta de que te puede quedar menos espacio disponible del que imaginabas a simple vista, porque todo suma, aunque no seas consciente de ello.
Si a esto le añadimos la memoria caché de las apps que usas, puedes estar en serios problemas de memoria antes de lo que imaginas. Puede llegar un momento en que sin darte cuenta vayas a tener que hacer una limpieza del teléfono o borrar cosas para poder tener lo que quieras sin problemas de rendimiento.
Debes pensar en cambiar tu móvil si:
- Le queda poca memoria y empieza a dar problemas de rendimiento
- Te pasas los días borrando cosas y limpiando el teléfono para poder seguir usándolo con normalidad
- No paras de borrar cosas y la memoria sigue siendo escasa
- Haces muchas fotos, vídeos e instalas muchas apps, lo que te obliga a pensar qué eliminar de tu teléfono cada día
- Has comprobado que te queda muy poco espacio de almacenamiento y no sabes qué borrar
- La memoria de tu teléfono no es ampliable, por lo que no puedes usar tarjeta
La mayoría de teléfonos actuales ofrecen una configuración de 128 GB, pero hay muchos modelos que ya se venden con 256 GB, 512 GB e incluso 1 TB de capacidad. Cuanta más memoria, más dinero te costarán, aunque también mayor tranquilidad te ofrecen a la hora de descargar apps, hacer fotos, vídeos y tener lo que quieras en tu smartphone.
No obstante, si tu uso es básico y tampoco consumes muchos recursos no tienes por qué pagar más por algo que no vas a usar. Por eso, es algo que debes meditar si estás pensando en comprar un nuevo teléfono para que no tengas problemas de espacio al poco tiempo. Antes de comprar un nuevo teléfono, consulta cuánta memoria estás usando en el actual y piensa al menos duplicar esta cifra.