Está claro que siempre queremos mantener a salvo todos nuestros datos personales. Por eso mismo habrá que andar con ojo a quién decidimos darle nuestro número de teléfono o dónde lo publicamos. Pues alguien podría llegar a hacer uso malintencionado de nuestra buena fe y conseguir demasiada información de nosotros.
Por tanto, si tenías dudas de si alguien puede saber de ti, robarte datos o más situaciones, ya te advertimos de que sí es posible. Es por eso por lo que veremos diferentes circunstancias con las que podrán actuar si conocen tu número de móvil. Y es que, hoy en día, los riesgos que asumimos son muchos más peligrosos de los que podríamos llegar a imaginarnos. Y no solo por parte de un usuario con malas intenciones, sino más bien por parte de los hackers.
Qué pueden saber de ti
Seguro que has visto como, en más una ocasión, un conocido o familiar tuyo ha tenido que vivir en su piel una estafa telefónica al recibir una llamada o SMS. Y todo por culpa de que han descubierto cuál es tu número de móvil. Pero ahí no se queda la cosa, sino que cualquier, incluso con pocos conocimientos informáticos, puede saber más de ti de lo que pensabas con solo tenerte en su agenda de contactos.
Tu perfil en redes
Por ejemplo, uno de los escenarios que más se repiten es que alguien que te tenga guardado en su agenda pueda sincronizar sus contactos con alguna de las apps de redes sociales o mensajería instantánea que existen en la actualidad.
De esta manera, si se opta por sincronizar los contactos, esa persona podrá encontrar nuestro nombre en redes como Facebook, Instagram, etc. Y no solo esto, sino que dependiendo de los ajustes de privacidad que hayamos establecido por nuestra cuenta en dichas cuentas, podrían ver nuestra edad, en qué ciudad vivimos, la edad que tenemos, el nivel de estudios y muchos más datos.
Tu nombre y apellidos
Esta es la información más básica y fácil de obtener. Solo tienes que buscar el número en alguna aplicación o página web de directorio telefónico, como Truecaller o Páginas Blancas, y verás el nombre y apellido del titular de la línea. También puedes usar Google o redes sociales como Facebook o Instagram para buscar el número y ver si está asociado a algún perfil como hemos dicho antes.
Además, si as usado este número para registrarte en páginas donde se han filtrado datos… Bueno, sigue leyendo.
Datos privados
También dependerá de la cantidad de información que hemos ido añadiendo en esas cuentas. Incluso, podrían encontrar hasta nuestro correo electrónico con total probabilidad. Aunque, el nivel extremo es que puedan llegar a encontrar nuestro carnet de identidad, en caso de que haya habido una difusión de datos personales en la que aparezcamos. Y todo esto partiendo del simple hecho de que tengan el número de teléfono.
Una forma sencilla de obtener información sobre ti es llamarte o enviarte un mensaje haciéndose pasar por otra persona o entidad. Por ejemplo, pueden fingir ser tu banco, tu operadora telefónica, una empresa de encuestas o un amigo que necesita ayuda. De esta forma, pueden intentar que les reveles datos sensibles como tu contraseña, tu número de tarjeta, tu dirección o tu fecha de nacimiento.
Tu ubicación
Tu número de teléfono está asociado a tu dispositivo móvil, el cual emite señales constantemente para conectarse a las antenas de telefonía. Estas señales pueden ser captadas por dispositivos especiales que permiten localizar la posición aproximada de tu móvil y, por tanto, la tuya.
Además, también hay que tener en cuenta los prefijos del teléfono de casa o del trabajo. Por ejemplo, si el número empieza por 91, significa que es de Madrid; si empieza por 93, es de Barcelona; si empieza por 6 o 7, es un móvil, etc. Puedes consultar los prefijos de cada provincia o país en Internet para salir de dudas.
Y a todo esto le sumamos que, si tienes activado el GPS o el servicio de localización en tu móvil, puedes estar compartiendo tu ubicación exacta con algunas
Los peligros
Aparte de que pueden llegar a saber todos los datos que os acabamos de explicar, ahí no acaba el problema. Hay más peligros a los que podríamos llegar a enfrentarnos por el simple hecho de que alguien con malas intenciones descubra nuestro número de teléfono. Por lo que haremos un repaso rápido por las diferentes adversidades que podrían sucedernos.
Estafas por SMS
Esta es una de esas situaciones que hemos vivido todos, o casi todos. Especialmente, en estos últimos años. Y no solo a nivel de mensajes, sino que incluso pueden habernos llegado a través de WhatsApp, Telegram, Facebook y más apps similares.
Por lo general, nos avisan de un supuesto premio o la llegada de un paquete, o también te alertan de un movimiento extraño en nuestra cuenta bancaria. Aunque no son las únicas trampas que se inventan para que caigamos en la estafa. Y todo con tal de que pinches en el enlace que viene. Por esto mismo, si has recibido uno en tu teléfono será mejor que lo borres y, sobre todo, que no hagas clic en ellos bajo ningún concepto. Aunque, a veces, con solo recibirlo en el teléfono podríamos sufrir este problema.
Suplantar la identidad
No hablamos de la nuestra, sino que pueden llamarnos haciéndose pasar por una compañía de renombre, ya sea del gas, la luz, una operadora, etc. El modus operandi consiste en llamar a la víctima y solicitar diferentes datos, entre ellos, información bancaria. Incluso, a veces pueden emplear números de tarificación especial con el fin de cobrar a precio casi de oro cada uno de los segundos que nos mantienen en la llamada. Por lo que, si recibimos alguna de un teléfono extraño, lo mejor será no responderla en ningún momento.
Incluso podrían tomar fotos tuyas como la que tienes de perfil de WhatsApp que pueden ver en tu móvil cuando introduzcan tu contacto en el móvil y crear perfiles falsos creyendo que eres tú, como puede ocurrir en algunas redes como Instagram o donde es más habitual, en Tinder.
Secuestrar datos
Existen diferentes páginas webs en las que, al introducir el número de teléfono de una persona, pueden conocer casi cualquier información personal que haya pasado por nuestros dispositivos. Por lo que es posible que puedan no solo estafarnos, sino también intentar suplantar la identidad y quitarnos todas nuestras cuentas asociadas.
SPAM y acoso
Cuando alguien tiene tu teléfono móvil, nos podemos encontrar con que se puedan dar ciertos casos en los que pueden enviarnos demasiados mensajes como parte del SPAM o que incluso usen nuestro teléfono para no parar de enviarnos mensajes. Esta es una cuestión extrema con la que no debes ser flexible.
Si llega a puntos en los que se vuelva demasiado cansino, la mejor decisión que puedes tomar es la de ponerte en contacto con la policía y denunciar los hechos.
Redirección del número
Si no lo sabías, ya va siendo hora de que sepas que los hackers son capaces de redirigir un número de móvil a otra SIM. De esta manera, consiguen enviar y recibir mensajes en sus dispositivos como si fuéramos nosotros. Es decir, usan el típico botón de ‘¿Has olvidado la contraseña?’ para que nos llegue un código vía SMS para restablecer la clave de dicha cuenta.
Y es que es una de las formas más rápidas de restablecer las contraseñas. No obstante, no todos los usuarios usamos esta opción, ya que recurrimos a que nos llegue a través de un email.
Cuidado con las redes sociales
Aunque tú no conozcas a otra persona, si tienen tu número y a la vez, tienes conectado ese número de teléfono a algunas de tus cuentas en redes sociales, debes saber que es muy normal que les aparezca tu cuenta como recomendada cuando busquen amigos en redes. Esto aparentemente no tiene problema, aunque si tienes el perfil público, sí que los tiene.
Y es que normalmente nos encargamos, sobre todo en redes sociales como Facebook o Instagram de poner nuestro día a día o lo que estamos haciendo, dejando entrever el sitio en el que estamos y la hora a la que hemos salido. Por lo tanto, el hecho de tener el número de teléfono da acceso a otros perfiles tuyos, lo que también puede dar lugar a una buena cantidad de información.
Cómo evitarlo
Para poner a salvo los números de teléfono de los hackers habrá que utilizar un poco la lógica. Aunque, la baza más efectiva en cualquier caso será mantener nuestro anonimato. Está claro que la seguridad de nuestra información personal es vital, por lo que deberemos tener cuidado a quién se lo damos.
Aunque, lo más importante será que no lo publiquemos en cualquier lugar, especialmente en redes sociales. Es decir, la idea está en que se lo demos únicamente a gente con la que de verdad tenemos confianza. De esta manera, nos evitaremos posibles sustos en un futuro.
No obstante, las leyes de protección de datos cada vez son más severas, por lo que en redes como Twitter es imposible que difundamos en nuestro perfil nuestro teléfono. De todas formas, habrá que intentar mantener en todo momento en el anonimato dicha información para que no puedan saber toda esa información de nosotros, e incluso, que intenten estafarnos mediante alguna de las vías que acabamos ver. Y si lo tienes puesto en alguno de tus perfiles, como LinkedIn, Facebook… es hora de que vayas borrándolo de inmediato.
Cuidado si pasan tu contacto
A decir verdad pueden saber mucho más de ti de lo que tú crees y a veces de una manera que ni siquiera tú puedes controlar, puesto que serán cuestiones que depende de la persona que haya pasado tu contacto a otra persona. En el caso de que le des tu teléfono a alguien conocido, esa persona puede poner en la ficha de contacto todos los datos que ella quiera y por supuesto, sepa sobre ti. Estamos hablando desde tu puesto de trabajo pasando por tus nombres y apellidos, ya que las fichas de contacto son muy pero muy completas y algunas personas las rellenan al completo.
En principio hasta aquí no hay problema alguno; el problema llega cuando esa persona, sin caer en la cuenta de ello, está enviando el contacto tuyo con toda esa información a las personas que vea convenientes y se lo requieran. Al momento en el que le llega el contacto, esa persona está recibiendo toda esa información de ti, por lo que a lo mejor, sin tu conocerla, tiene datos sobre tu persona que a ti no te interesa que lo tenga. Por desgracia es una cuestión que no puedes controlar pero si ves a algún amigo hacerlo, lo adviertes sobre ello.