Los mensajes y las llamadas de phising son una forma de fraude que intenta engañarte para que reveles información personal o financiera, como tus contraseñas, números de tarjeta o claves de acceso y que no dejan de crecer y crecer a cada día que pasa. Tanto, que cada vez usan métodos más novedosos para engañarnos y hacernos picar el anzuelo. Y si no, que se lo digan a los que han recibido en las últimas horas una llamada de ING.
La intención de los estafadores que se hacen pasar por este banco u otras entidades legítimas y te piden que confirmes o actualices tus datos mediante un enlace, un formulario o una llamada telefónica, no es otra que la de hacerse con tus datos privados. Lo malo es que estos mensajes y llamadas pueden parecer muy convincentes, y a veces puede ser muy difícil detectarlos.
En el caso de ING, recibimos una alerta que dice que se nos ha realizado una transferencia de un importe más que jugoso y que tenemos que introducir nuestras credenciales en una web para recibirla.
Su transferencia por importe de 998,50 EUR ha sido retenida por motivos de seguridad, por favor verifique.
La novedad en este caso es que, después de introducir nuestros datos, recibimos una llamada de alguien que se hace pasar por el banco y nos pide nuestros datos. Sin embargo, como adivinarás, quien está detrás de esta llamada no es el banco. Pero es el propio mensaje, supuestamente de ING, quien da pistas de que algo no marcha bien al remitirnos a una web bastante dudosa, pero que puede servir de anzuelo para muchos, como es es.ing-derect.com.
Lo que sucede es que ni ese domino es de ING, ni esa es una web segura. De hecho, lo más normal es que si tratas de acceder desde tu navegador del móvil (algo que no deberías hacer) se mostrará una alerta de posible sitio web fraudulento.
¿Y cómo evito caer en la trampa?
Bueno, siempre hay señales que te pueden ayudar a identificar este tipo de estafas y protegerte de ellas, aunque es cierto que al ser una llamada las cosas se ponen cada vez más complicadas.
No abras ni respondas a mensajes de correo electrónico, SMS o WhatsApp que te pidan información personal o financiera, aunque parezcan proceder de tu banco o de una entidad oficial. Y mucho menos hagas clic en ningún enlace ni descargues ningún archivo adjunto que venga en estos mensajes. Pueden contener virus o malware que infecten tu dispositivo o te redirijan a páginas web falsas que imitan a las reales, como sucede en el caso de ING.
En el caso de que recibas una llamada telefónica sospechosa, no des ningún dato ni confirmes ninguna operación. Cuelga y llama al número oficial de tu banco para verificar si se trata de una comunicación legítima. Además, nunca está de más que revises periódicamente los movimientos de tus cuentas y tarjetas y alerta a tu banco si detectas alguna operación fraudulenta.
Siguiendo estos consejos, podrás protegerte de los mensajes y las llamadas de phising que suplantan a tu banco y evitar ser víctima de un robo de identidad o de dinero.