Ahora que se va el calor y comienzan a llegar las temperaturas otoñales, también hace lo propio la lluvia, que comienza a hacer acto de presencia y puede ser normal, que nos sorprenda en la calle y sin paraguas. Por ello, quizás pensemos que no pasa nada por ir utilizando el móvil por la calle mientras caminamos, pero realmente sí que pasa.
A decir verdad, los móviles sufren mucho por las condiciones ambientales, pero de entre todas ellas, quizás la que más le puede hacer sufrir sin llegar a extremos como la nieve, es la lluvia. La humedad que se genera y la torrencialidad del agua, pueden acabar provocando grandes daños en el móvil. Daños que pueden llegar a ser ¿irreparables?
El agua y tu móvil no se llevan bien
Todos sabemos que el móvil no se lleva bien con el agua; ni el móvil ni cualquier aparato electrónico. Y esta mala amistad que hay entre ambos a pesar de que existan las certificaciones IP que otorgan a los móviles resistencia al agua, hacen que cuando empieza a llover muy fuerte, te puedas encontrar con grandes problemas, que pueden resultar incluso fatales para el teléfono móvil.
La lluvia es escurridiza por naturaleza y más cuando se encuentra cayendo con fuerza, por lo que pueden acabar entrando en los botones y en los conectores del dispositivo. En este último caso es donde se encuentra la mayor peligrosidad. Y es que si entra agua en el conector y acto seguido, conectamos el cable a nuestro móvil, podemos encontrarnos con que salten chispas o que incluso no podamos volver a conectar el móvil a la corriente. Y por esta razón, sí que se podría romper tu móvil cuando está lloviendo.
Pero esta no es la única forma en la que se puede dañar tu móvil mientras llueve. La lluvia también puede penetrar en tu móvil, provocando humedad en su interior y puede ir haciendo que los componentes interiores se deterioren poco a poco. Lo mismo ocurre con los componentes que son visibles, ya que puede entrar agua en su interior, como ocurre por ejemplo, con la cámara y dejarla totalmente inservible.
Los accesorios retienen la humedad
No todo se centra en el móvil como tal, sino que también tiene mucha culpa de lo que pueda estar ocurriendo, los accesorios del teléfono móvil que le colocamos, como puede ser sobre todo la funda. Y es que la funda, puede retener el agua entre la misma y el móvil, haciendo mucho más complicado el hecho de que salga y por tanto, provocando que entre una mayor humedad al móvil. Por ello, es importante que la quites siempre que vayas a limpiar y secar el móvil tras haberle caído agua de lluvia.
También influye en estos casos, no solo el hecho de tenerla colocada, sino el material de la funda. Y es que, cuando la funda es de tela, lo normal es que la misma recoja toda la lluvia y se quede mojada. Esto también va a provocar que la humedad se quede en el interior sin salir, no solo dañando el móvil, sino también la funda que estamos usando, llegando incluso a poder llenarse hongos.
Es necesario recordar que hay otros accesorios del móvil que pueden sufrir desperfectos a la hora de utilizarlos correctamente bajo la lluvia. Es el caso por ejemplo, de los auriculares, sobre todo los bluetooth, que se pueden ver afectados por el agua. Lo mismo ocurre con baterías portátiles que estemos usando en el exterior y demás gadgets electrónicos que pueden acabar muy dañados.