Siempre he sido fiel a los móviles de Xiaomi, pero necesitaba un cambio de aire después de tanto tiempo. Hace poco más de un año comencé la búsqueda de mi nuevo smartphone y me acabé encontrando con el Realme GT Neo 2. Un teléfono que me sorprendió al instante por su calidad-precio, pero que ha terminado decepcionándome por completo.
Por aquel entonces, este modelo tenía un precio de unos 400 euros, pero lo compré en oferta por unos 320 euros. Un ahorro que unido a las prestaciones del Realme GT Neo 2 me hizo ilusionarme al contar con un dispositivo tan potente, con buena pantalla y que se carga tan rápido. Quería probar algo nuevo, aunque tengo claro que jamás me volveré a pillar un smartphone de la marca china y estoy ansioso de cambiar de móvil cuanto antes.
Por qué no me ha gustado el Realme GT Neo 2
Llevó exactamente un año y 5 meses con el Realme GT Neo 2 como móvil principal. Al principio, estaba encantado debido a que tenía todo lo que buscaba, pero con el paso del tiempo me he dado cuenta de que no es para tanto y ni mucho menos lo que yo quería. Me lo compré porque necesitaba un equipo potente, con almacenamiento, buena pantalla y que se cargue rápido. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y hay algunos aspectos de este teléfono que no me han gustado nada de nada.
Empezando por su cámara principal de 64 MP y los malos resultados que ofrece. Ya me habían comentado que su cámara dejaba mucho que desear y me esperaba lo típico de un smartphone de gama media, con unos resultados aceptables de día y sufriendo mucho de noche. Lo cierto es que el Realme GT Neo 2 hace unas fotos pésimas incluso de día, con unos colores muy artificiales y un control de la iluminación que resulta imposible comprender.
Por no hablar del modo retrato, el cual desenfoca los elementos de fondo de una forma horrible, creando un contorno falso alrededor del sujeto de la imagen. De noche prefiero no comentar mi experiencia a fondo… solo diré que incluso ajustando manualmente los parámetros de la cámara era inviable conseguir una toma decente.
Otro de los inconvenientes que le veo al Realme GT Neo 2 y que me han llevado a querer cambiar de móvil es su propia capa de personalización: Realme UI. Si bien comparte muchas de las características con OPPO, se nota que el software de Realme todavía está verde en muchos aspectos, con fallos de funcionamientos habituales, desconexión del WiFi… Además, la pantalla tiene muchísima sensibilidad y cuando tienes los dedos un poco sucios comienza a realizar toques fantasmas sobre la pantalla. Algo bueno es que ha recibido las actualizaciones de Android 12 y Android 13 con más rapidez de la que me esperaba, lo cual me sorprendió.
Para jugar está muy bien, con un rendimiento más que de sobra para cualquier juego para móviles. El único pero es que la batería se ‘funde’ con los de más exigencia gráfica o mayor número de FPS. Incluso jugando a Marvel SNAP a 60 FPS he visto cómo la batería disminuía con cada partida. No sé si es problema de optimización con el juego, pero me he visto obligado a situar la tasa de fotogramas en 30 FPS.
Voy a cambiar mi móvil por este
Después de este tiempo me he dado cuenta de que no busco potencia ni una batería que se cargue de forma ultrarrápida, sino que prefiero una cámara perfecta bajo cualquier tipo de situación junto a un sistema operativo único. Todo ello sin llegar a gastarme 1.000 euros por un smartphone. Tales especificaciones y precio solo coinciden con un teléfono que seguro muchos han deseado probar y por el que voy a cambiar mi móvil: el Google Pixel 7a.
Este modelo es un gama alta encubierto, pues equipa el procesador de última generación de Google, el Tensor G2, para asegurar una experiencia rápida y fluida. Pero lo mejor radica en su cámara principal de 64 MP con OIS, considerada como la más top por los cerca de 450 euros que cuesta en oferta este móvil en la actualidad. La representación de los tonos de la piel es exquisita y realista, mientras que las tomas nocturnas no son un problema. Los móviles de Google son bien conocidos por su capacidad fotográfica y este Pixel 7a no decepciona en absoluto, ofreciendo unas imágenes a la altura de un iPhone.
Asimismo, cuenta con Android 13 con la posibilidad de actualizar a la beta de Android 14. Hay que recordar que estos modelos son los que más pronto reciben las nuevas versiones del sistema y que no vienen con capa de personalización, lo que significa que no hay aplicaciones preinstaladas molestas ni nada por el estilo. Por no hablar de todas las funciones exclusivas que incluye un dispositivo como el Google Pixel 7a, que puedes encontrar por unos 450 euros ahora mismo. No dispone de una carga tan rápida, pero lo compensa con soporte para carga inalámbrica para olvidarte por completo del cable.
