La guerra entre iOS y Android o está muy lejos de acabar, o muy cerca, nunca se sabe. Lo que es cierto es que ahora que los dispositivos de Samsung, Google y Xiaomi ofrecen hasta 7 años de actualizaciones, el principal aliciente de tener un dispositivo de Apple, queda un poco relegado a un segundo o tercer puesto.
No obstante, es cierto que, a día de hoy, los iPhone han logrado un dominio destacado en el mercado global, superando incluso a los mejores teléfonos con sistema operativo Android en muchas regiones como EE.UU, Francia o Reino Unido. Según un informe de Counterpoint Research, en el segundo trimestre del año pasado, los iPhone representaron el 53% de los envíos de teléfonos inteligentes en Estados Unidos, pero lo más destacado de esta información, no son las ventas sino de dónde vienen los clientes.
Aunque la verdad es que, los de Cupertino, cada año atraen a una cantidad constante de usuarios de la competencia a los brazos de iOS, la realidad es que, como señala la firma de investigación, en 2023, menos compradores de iPhone realizaron el cambio desde un teléfono Android. Según el informe de CIRP, al menos el 85% de las ventas de iPhone provienen de usuarios que ya poseen un iPhone, es decir, que quieren mejorar lo que ya tienen.
En contraste, el informe revela que el 13% de los compradores de iPhone realizaron el cambio desde un teléfono Android, lo que supone una disminución del 2% con respecto al 15% registrado en 2022.
¿Por qué el iPhone ya no gusta tanto?
A pesar de que iOS sigue siendo el sistema operativo más popular en algunos países, lo cierto es que cada vez son menos los usuarios que deciden abandonar Android para probar la experiencia de Apple. ¿A qué se debe este fenómeno?
Cuando analizábamos las ventajas y desventajas de una u otra marca, destacábamos como una de las primeras razones para preferir Android, la oferta de dispositivos. El software de Google, es un sistema operativo abierto, lo que significa que cualquier fabricante puede usarlo para crear sus propios dispositivos. Esto se traduce en una gran variedad de modelos, tamaños, precios y características que se adaptan a las necesidades y preferencias de cada usuario.
Por el contrario, iOS es un sistema operativo cerrado, que solo está disponible en los dispositivos de Apple. Esto limita mucho las opciones de los usuarios, que tienen que conformarse con lo que ofrece la marca de la manzana.
La segunda razón tiene que ver con el precio. Los dispositivos de Apple son conocidos por ser muy caros, lo que los hace inaccesibles para muchos usuarios. Además, Apple suele lanzar nuevos modelos cada año, lo que hace que los anteriores se queden obsoletos rápidamente, aunque lo cierto es que su valor de reventa no cae demasiado.
Por el contrario, los teléfonos con Android suelen tener precios más asequibles y competitivos, y además ofrecen una mayor durabilidad y resistencia. Además, como hemos dicho antes, cada vez más fabricantes ofrecen actualizaciones periódicas del sistema operativo, lo que permite mantener los dispositivos al día y aprovechar las últimas novedades.
La tercera razón tiene que ver con la innovación, tanto a nivel de software como de hardware. Hablamos de que Android cuenta con equipos con cámaras que son una auténtica locura, como los Google Pixel 8 o los Galaxy S24, pero es que, además, cuentan con baterías que ofrecen una autonomía mucho mayor que la de los mejores terminales de Apple. Si a eso le sumamos que ya podemos cargar teléfonos casi a 150W de potencia, apaga y vámonos.
Y todo ello por no hablar de las nievas capacidades de IA que han aterrizado, una vez más, en el ecosistema de Google, mucho antes de lo que lo debería hacer en Apple, como ya sucediera con el 5G o con los móviles plegables que, de momento, ni están ni se les espera en el catálogo de móviles de Apple.