Si se te acaba de romper la pantalla de tu móvil, es importante que lo asegures en la medida de lo posible con celo, un pegamento especial o un producto, para evitar que se dañe más y que puedas usar tu teléfono aún con la pantalla rota y recuperar los datos antes de que te impida hacer nada.
También puedes querer cambiarla porque no funciona bien, da problemas o está rallada. Antes de reparar la pantalla de tu móvil, debes asegurarte de que no cuentas con un seguro que te lo cubra. Es posible que hayas contratado uno a todo riesgo o que te cubra ante este tipo de inconvenientes, de manera que si es así no tendrás problemas para repararlo gratuitamente.
Solo debes contactar con tu seguro para que te digan cómo actuar en todo momento. No son pocas las personas que con los nervios del momento lo han llevado a arreglar olvidándose que contaban con un seguro que les protegía porque se lo ofrecieron en su día y se olvidaron.
Lo que debes hacer antes de llevarlo a arreglar
Si puedes hacer cosas con tu teléfono te será mucho más fácil tomar mejores decisiones, ya que en caso contrario podrías acabar perdiendo todos tus datos o que alguien acceda a ellos. Por eso, antes de llevar tu teléfono a arreglar o hacerlo por tu cuenta, es importante que hagas una copia de seguridad de tus datos para protegerlos y mantenerlos a salvo.
En muchas reparaciones, se acaban eliminando los datos totalmente sin posibilidad de que los recuperes después. Si no se puede usar la pantalla, puedes intentar conectar tu móvil al ordenador para poder recuperar los datos con alguna aplicación de terceros o con el cable (si hay alguna opción). El problema de las aplicaciones de terceros para recuperar datos es que tendrás que tenerlas instaladas antes, así que no estaría de más tener una para poder usarla en estos casos.
Una vez que lo hayas hecho, es recomendable resetear el móvil para que nadie más pueda acceder a tus datos. Aunque lo habitual no es que un técnico quiera acceder a tus datos y usarlos, es mejor que te asegures totalmente si lo vas a mandar a reparar a un servicio técnico o seguro.
Si aún puedes usar el teléfono, será tan sencillo como ir a los ajustes de tu móvil (en sistema, sobre el teléfono o similar) y buscar las opciones de recuperación o restablecimiento de fábrica. En el iPhone, lo encontrarás en la sección General en Restablecer. Si no funciona la pantalla, en Android, tendrás que hacer un hard reset apagando el móvil y encendiéndolo con el botón de encendido y bajar volumen para que así te deje continuar.
Esta es la mejor forma de reparar la pantalla del móvil
La mejor opción para remplazar la pantalla de tu móvil, si no tienes un seguro que te lo cubra, es contactar con tu compañía, pedir presupuesto y mandarlo al servicio técnico oficial. No es la opción más económica, pero sí la más segura, y con piezas de recambio originales y de calidad. También hay tiendas que se dedican a esto, pero ojo con la pantalla que te colocan y con que esta sea de confianza, ya que a veces por ahorrar dinero te acabarán colocando una pantalla económica o de peor calidad.
Si tu teléfono es de alta gama, no es precisamente barato o llevas poco tiempo con él, lo mejor es mandarlo a técnicos especializados. A veces lo barato sale caro.
En todo caso, antes de mandarlo a arreglar, recuerda quitar la SIM, la tarjeta de datos y cualquier accesorio que no sea necesario y que se puede perder en el camino. Mientras no te llega, de comprando un protector de pantalla de calidad para tenerlo en el momento en que vuelvas a tener el teléfono en tus manos y así proteger este componente lo máximo posible para evitar que te vuelva a pasar.
Después queda la opción de hacerlo tú, aunque debes tener mucha maña y seguir todas las instrucciones para hacerlo bien sin inconvenientes. Si te decantas por esta posibilidad, recuerda no escatimar unos euros y comprar una pantalla original o de buena calidad. Si tienes un móvil con pantalla AMOLED, recuerda comprar este tipo de pantalla para disfrutar de todas sus posibilidades, ya que puede haber paneles de repuesto no AMOLED para tu teléfono. Si el móvil está en garantía, no te arriesgues reparándolo tú porque si después sucede algo con otro componente te pondrán pegas para cubrirte la reparación.