Si algo intentan los avances tecnológicos es brindar a los usuarios de la mayor comodidad posible a través de su smartphone. La carga rápida y el 5G entre otras son algunas de las innovaciones más populares, pero la más aprovechada entre los usuarios es la posibilidad de pagar con el móvil gracias al NFC. Aunque esta práctica conlleva un peligro importante del que merece la pena estar al tanto.
Muchos nos hemos acostumbrado a pagar la compra del supermercado o la cuenta en un restaurante con tan solo acercar el teléfono al datáfono. Esto se debe a que hoy en día puedes añadir tu cuenta o tarjeta bancaria al dispositivo para así realizar pagos como si de la propia tarjeta se tratase. Hay quienes rehúsan de esta opción debido a que tienen miedo de que su dinero sea robado, aunque no es el mayor peligro al que te enfrentas al pagar con el móvil.
Lleva siempre la tarjeta encima
Lo cierto es que la seguridad de las aplicaciones de pago en smartphones está más que garantizada. El miedo surge a causa de las ideas conspiranóicas de los usuarios, ya que, a la hora de la verdad, pagar con tu tarjeta o con el teléfono es prácticamente lo mismo, pues cualquiera podría acceder a tu cuenta del banco sea cual sea el método de pago. Con esto quiero decir que los pagos contactless son muy seguros en la actualidad, así que no hay nada que temer. De lo único de lo que debes preocuparte es de tener siempre tu tarjeta de crédito o débito en la cartera y llevar esta contigo.
Hay ocasiones en las que, al realizar una compra y pagar con el móvil, el banco requiere que efectúes el pago con la tarjeta por motivos de seguridad. Esto ocurre de tal forma después de llevar a cabo muchos pagos a través del teléfono, ya que la app del banco lo detecta como actividad sospechosa. Esto no supone ningún problema a priori a no ser que te olvides la cartera o la tarjeta en casa, puesto que te verás obligado a volver otro día a hacer la compra o regresar a tu vivienda en un instante si vives cerca.
Los empleados lo confirman
Esto puede parecer un caso aislado, pero empleados de algunas de las principales tiendas de tecnología nos han confirmado que se repite casi a diario. Es por ello por lo que, pese a la comodidad de pagar con el móvil, siempre aconsejamos llevar la cartera encima para no verse sorprendidos por esta clase de situaciones. El principal inconveniente es que no puedes hacer nada para evitarlo, ya que es un mecanismo impuesto por la entidad bancaria a la que perteneces.
Hemos indagado tanto en Google Wallet como en algunas de las apps de los bancos y no hemos encontrado ninguna configuración que permita desactivar esta verificación a la hora de pagar. Esto significa que la única solución pasa por llevar la cartera y la tarjeta encima, lo cual tampoco supone un martirio ni nada por el estilo. De hecho, es más que recomendable para llevar todas las tarjetas en un mismo lugar y no perder ninguna de ellas.