Si tienes un reloj inteligente, seguramente te haya gustado mucho el hecho de que sea impermeable y puedas llevártelo a darte un chapuzón en la piscina o ir por la calle sin miedo a que la lluvia acabe con él. Sin embargo, por muy impermeable que sea, si te lo llevas a la playa y tienes pensado no quitártelo al ir al agua, podría ser un buen momento para pensárselo mejor antes de que sea demasiado tarde.
Ahora que llega el buen tiempo y el momento de ir a la playa es más importante que nunca saber que tu reloj podría correr peligro si lo llevas al agua de mar, por mucho que este tenga resistencia al agua a tanta profundidad y aunque no superes el tiempo permitido. La razón es muy sencilla, y es que el agua salada podría dañarlo. Esto debes tenerlo en cuenta tanto si te llevas el reloj siempre contigo y no te das cuenta como si haces deportes acuáticos en la playa y quieres controlar tus avances.
¿Qué le puede pasar a tu reloj en el mar?
La sal en el mar es uno de los principales enemigos de dispositivos electrónicos como el móvil o el smartwatch, incluso aunque este sea resistente al agua y esté bien sellado. Esto es así porque podría quedarse estancada el agua en la pantalla, botones, correa u otros elementos del reloj, haciendo que este se dañe o corrompa.
Si te has descuidado un momento y te das cuenta a tiempo, puedes evitarlo lavándolo bien con agua dulce tan pronto puedas. Pero recuerda que esto puede afectar a su protección contra el agua y acabar con ella poco a poco, incluso aunque no te pase nada en el momento, ya que el agua de mar adelanta la descomposición de materiales que protegen tu reloj.
Si puedes evitar llevártelo al agua mejor porque otra cosa que puede pasar es que si le ocurre algo al reloj no te va a cubrir la garantía. No es tan fácil que suceda, pero es poco probable que se responsabilicen ante daños del agua incluso en modelos impermeables. Además, cuando detecten que ha estado expuesto al agua salada te lo echarán atrás, por lo que tendrás que pagar el arreglo o renunciar a tu reloj si no te compensa. Así que cuidado con hacer esto porque acabará con su garantía.
Puedes mirar si tu reloj tiene algún tipo de garantía ante los daños del agua salada, aunque lo más probable es que no sea así y solo esté disponible en muy pocos modelos que no destacan por ser precisamente barato. Puede ser un reloj de Garmin, Suunto o Apple, aunque ante de llevártelo al agua comprueba si realmente están protegidos ante el agua de mar. De todas formas, recuerda que con el paso del tiempo estos relojes pueden acabar perdiendo su protección, al menos en parte, así que lo mejor es evitarlo a menos que hagas algún deporte en que sea necesario y te asegures de que no le va a pasar nada porque tiene esta protección intacta. Si no lo haces, puedes llevarte un buen susto.
Aunque es poco probable, si el mar está muy fiero y la correa no es de buena calidad o no encaja a la perfección, podrías perderlo en el mar. Es muy poco probable que lo recuperes allí, ya que el agua podría llevárselo sin que tengas tiempo a reaccionar. No es lo más habitual, pero es un riesgo que corres, aunque también te puede suceder si lo dejas en la toalla sin vigilancia y se lo lleva alguien.