El cuento de nunca acabar. Llevamos mucho tiempo hablando sobre la explotación que sufren los trabajadores encargados de la producción de los componentes necesarios para la fabricación del iPhone y resto de productos de Apple. Y ahora la compañía con sede en Cupertino ha descubierto numerosas violaciones en sus políticas laborales y medioambientales en algunos de sus proveedores.
Como os decíamos, no es la primera vez que Apple encuentra irregularidades a la hora de fabricar sus iPhone. Hemos llegado a ver cláusulas anti suicidio en Foxconn, el principal proveedor del fabricante americano y ahora la compañía ha vuelto a encontrarse con nuevos casos de explotación en algunas fábricas de sus proveedores.
Nuevos casos de explotación durante la fabricación del iPhone
Apple lleva realizando auditorías desde hace 12 años para evitar nuevos casos de explotación en el proceso de fabricación del iPhone y otros dispositivos de la marca, que cuenta con una de las cadenas de fabricación más grandes del mundo a cargo de contratistas.
Para ello, la compañía cuenta con una escala de 100 puntos para determinar si sus proveedores cumplen con sus políticas laborales y medioambientales. Y parece que la explotación de trabajadores es una tendencia al alza. Y e que el fabricante acaba de publicar su última auditoría anual de las condiciones de los trabajadores encargados de la fabricación del iPhone y resto de productos Apple con unos resultados nada halagüeños.
La compañía ha encontrado un mayor número de violaciones, exactamente 44 violaciones fundamentales de sus políticas laborales, el doble que el año pasado. Destacan tres casos en los que los trabajadores tienen que pagar un pago excesivo por fabricar componentes de Apple.
Por ejemplo, 700 trabajadores contratados en Filipinas se les cobró un millón de dólares a cambio de poder trabajar para un proveedor. Apple también ha descubierto 38 casos de falsificación de datos de horas de trabajo, una cifra que supera con creces los 9 casos detectados en 2016.
Respecto al uso de metales tóxicos como el estaño y el oro, la compañía ha confirmado que 16 fundiciones dejaron de trabajar en su cadena de suministro en 2017 y que 10 de ellas fueron descartadas al no querer participar en su auditoria externa, mientras que el resto decidió rescindir el contrato por voluntad propia.
Apple se toma muy en serio estas auditorías. En el momento en el que detecta alguna violación de sus políticas de trabajo paraliza la gestión con el proveedor hasta que implemente una solución, llevando a cabo revisiones para confirmar que no haya futuras violaciones.
«Nos comprometemos a subir el listón cada año en toda nuestra cadena de suministro», afirmó Jeff Williams, director de operaciones de Apple. Según la compañía americana el aumento de casos se debe a la integración de nuevos proveedores en 2017 que generó el rastreo de datos de horas de trabajo de 1.3 millones de empleados, un 30 por ciento más que en años anteriores.
Apple también se ha comprometido a lanzar una iniciativa para aumentar el número de mujeres que trabajan en sus plantas proveedoras. La intención de Apple es que haya en 2020 un millón de mujeres realizando diferentes tareas en el proceso de fabricación del iPhone y demás productos de la compañía de la manzana mordida.
Además la compañía ha creado nuevas reglas sobre el trabajo estudiantil tras descubrir que algunos estudiantes chinos trabajaban más de 11 horas diarias en el proceso de fabricación del iPhone X. De todas formas, la compañía afirma que los casos de proveedores que obtienen menos de 59 puntos en su escala ha descendido un uno por ciento en 2017 respecto al tres por ciento detectado en 2016 y el catorce por ciento en 2014.
Por último, el número de proveedores que han aumentado la puntuación del código de conducta de Apple a 90 puntos ha ascendido a un 59 por ciento del total, lo que supone una mejora de un 12 por ciento respecto al año pasado. Unas cifras que demuestran que la compañía va por el buen camino y que lucha para evitar la explotación de los trabajadores en sus fábricas, aunque todavía tiene un largo camino por recorrer.