“Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”. Cualquier persona con un terminal móvil en las manos habrá recibido este mensaje durante las últimas dos semanas. Ahora bien, lo importante, y el cambio en el contexto de la comunicación, es que la vía a través de la que llegan eso mensajes ha cambiado y ya no es por SMS, sino que WhatsApp es el vehículo perfecto. Ante esto, ¿dónde quedan los operadores y sus mensajes?
Pese a que su penetración ha sido constante, profunda y muy abultada en número, se puede decir que el verdadero salto de calidad de WhatsApp lo ha dado durante 2013, y concretamente todo eso lo viene a ratificar en la última Nochevieja cuando se mandaron y recibieron más de 54.000 millones de mensajes a través de la herramienta. Con esos datos, y las cifras de los operadores que simplemente ofrecen estadísticas porcentuales de la bajada que han tenidos sus servicios de SMS, cabe preguntarse cuál será la apuesta de las compañías de teléfono para volver a canalizar esos mensajes, o si han dado por perdida esta batalla.
Antes de nada hay tratar una paradoja bastante ilógica en todo este contexto, ya que los operadores se empeñan en dar más y más datos, que lógicamente ayuda a que la gente use más WhatsApp, así como las redes sociales para comunicarse, pero a su vez, sigue incluyendo, y muchas veces con especial recordatorio, que las ofertas tienen cientos de SMS gratis para enviar. Así, a simple viste parece bastante ilógico, sobre todo cuando se dirigen a segmentos de gente más joven que casi por completo han perdido el uso y hábito de enviar SMS.
WhatsApp se come todo
Con toda esta situación en la que WhatsApp parece dominar a sus anchas, hay que preguntarse de nuevo qué están haciendo los operadores, o mejor dicho, qué tienen pensado hacer, porque a las herramientas de mensajería ya no hay quien las anule. Una de sus medidas, que por desgracia no tuvo mucho éxito, fue la de crear la herramienta Joyn que venía incluida en los terminales comercializados por Orange, Vodafone y Telefónica.
Seguramente habrá tenido su público, pero no parece que fuese una apuesta muy exitosa a tenor de que, bastante tiempo después, nadie se acuerda de ella. Así pues, ahora hay una calma tensa sobre cuál será el siguiente movimiento de los grandes operadores, habida cuenta esos datos ofrecidos en los que llegaron a caer un 50% el uso de SMS.
Lo más lógico sería integrar algún tipo de herramienta con ciertos costes, pero con una mejora de servicios. Vendría a ser como una red social con la integración de mensajería, como está intentando hacer Line, pero con el condicionante de estar integrado dentro de la tarifa del operador. De lo contrario, parece que el SMS puede estar alumbrando sus últimas nocheviejas.