El paso del tiempo nos afecta a todos, no solo a la vida útil del smartphone, sino también a su cargador. Por mucho que lo cuidemos de la mejor posible, resulta complicado que no termine por romperse con el uso que hacemos diariamente de este accesorio. Antes de tirarlo y contribuir así a los derechos tecnológicos, lo cierto es que es importante que tengamos en cuenta las diferentes soluciones que te vamos a ofrecer para arreglar el cable roto.
De esta forma, conseguiremos seguir utilizándolo con medidas que pueden ser sencillas o más complicadas según la situación de nuestro cable. No importa de ningún modo la entrada de carga de nuestro teléfono, es decir, dará igual que sea Micro USB, Tipo C o incluso el Lightning propio de los iPhone. Todos ellos se pueden arreglar con paciencia y dedicándole un rato de nuestro tiempo. Antes de intentar repararlo debemos retirarlo de la corriente y del móvil para evitarnos posibles sustos, sobre todo si está puesto en un enchufe. Pues nuestra seguridad en la reparación del cargador también será relevante en todo momento.
¿Merece la pena arreglar un cable USB?
Muchas veces pensamos en arreglar algo para evitar pagar por su reparación. Sin embargo, a veces nos cuesta pararnos a pensar cuánto nos va a costar un reemplazo de la pieza que estamos dispuestos a tratar. En este caso, reparar un cable USB puede que no merezca mucho la pena dado que podemos encontrar cordones de todo tipo y precio en casi cualquier tienda.
Si quieres ponerte manos a la obra, todo dependerá de tus habilidades y, sobre todo, si ya contábamos con herramientas claves como un pequeño soldador por casa. Si no es así, ya te avisamos que te saldrá mucho más barato comprar un nuevo cable para cargar tu móvil. Son muchas las opciones que tendrás disponibles, desde comprar un cable USB compatible para el teléfono, hasta uno original de la marca de tu smartphone.
Arregla pequeñas roturas del cable del cargador
Es probable que nuestro cargador, o más bien el cable en sí, no esté aparentemente muy dañado y únicamente sufra fallos puntuales que en la mayoría de veces se debe a un doblez que impide el contacto y que, por lo tanto, la corriente llegue a nuestro smartphone.
Para estos casos no necesitaremos tomarnos demasiadas complicaciones, ya que lo único que tenemos que hacer es reforzar el juego que hacen los cables en la parte superior e inferior del mismo. Y, para conseguirlo, os traemos los principales productos que se convertirán en nuestro mayor aliado en estas situaciones.
Cinta aislante, la solución casera
Sin necesidad de comprar herramientas especiales vamos a poder arreglar o más bien reforzar el de nuestro cargador para que siga dándonos buenos resultados. O al menos hasta que compremos uno nuevo o, incluso, para evitar que siga rompiéndose con el uso diario. Con la clásica cinta aislante que solemos encontrar en todas las casas, lo cierto es que vamos a hacer un gran apaño. Este producto no va a ayudar a proteger el cable sin llegar a tapar la entrada USB ni la que encontremos el otro extremo. Tan solo habrá que rodear aquella zona que esté afectada del accesorio.
Masilla moldeable especial
Una opción más recomendable y, que nos ofrecerá una mayor seguridad a la hora de utilizar el cable del cargador, será la masilla especial que podemos encontrar en Amazon. Está preparada especialmente para ser ligeramente moldeable, además de que nos dará una resistencia superior a la de la cinta aislante.
¿Cómo la usamos? Solo tenemos que colocarla en los puntos superiores e inferior donde los cables de carga no funcionan y podremos volverlos a utilizar. Y si se te ha roto en mitad de este accesorio, tranquilo, porque deberás actuar igual, es decir, deberás moldear la masilla en ese punto concreto hasta que proteja toda esa zona.
Con el muelle de un móvil
¿Tienes por casa algún boli sin tinta? Si no es el clásico BIC, es hora de darle una segunda vida. Tendrás que quitar el muelle a uno de punta retráctil y envolver el cable dañado en él. Así conseguiremos reforzarlo, al igual que habíamos hecho con la cinta aislante. Aunque, debes tener en cuenta que, cuando estos resortes se estiran, no son muy rígidos, por lo que deberás tener cuidado siempre igualmente.
Pero, lo mejor a la hora de pensar en cómo arreglar un cable dañado del móvil será poniendo un resorte y luego un tubo termoretráctil para mejora calidad. Esto último también se encuentra fácilmente, básicamente son extensiones con los que podremos recubrir el apaño que acabamos de hacer.
Usa un cordón
Todos tenemos, o al menos la mayoría, unas viejas zapatillas o pantalones con cordones. Aquí podremos utilizarlo para salvar el cable de carga del smartphone.
En este caso, deberemos pasar a cortar la punta de un cordón que tengamos por casa y sacar el cordel interior. Ahora, deberemos crear una trenza, es decir, envolver la zona dañada para que podamos protegerlo y que no se siga doblando más de cuenta o se abra su rotura. Por último, habrá que hacer un nudo rígido para que no se afloje.
Usa una aguja
En la mayoría de los cables hay dos pines que sobresalen del conector y que también pueden ser los culpables de una mala conexión. Una simple aguja de coser también nos puede ayudar a reparar un cable USB roto, aunque hay que tener un poco de maña.
Lo que necesitas es introducir la aguja entre las pequeñas ‘patas’ que sobresalen del conector USB para, ejerciendo un poco de presión, elevarlas para hacer que ocupen su posición original. Tu objetivo debería ser elevarlos a un máximo de 45 grados.
Una vez que tengas estos pasadores elevados, debes asegurarte de que no vuelvan a su posición original, colocando la aguja entre los dos ‘pines’ y dejarlo en esa posición unos 10 minutos.
Cinta de silicona
La cinta de silicona es una excelente opción para reparar un cable USB dañado, especialmente si buscas una solución que te dure mucho más tiempo. Esta cinta se adhiere a sí misma sin necesidad de adhesivos adicionales, por lo que es muy fácil de aplicar. Para utilizarla, simplemente envuelve la cinta alrededor de la zona afectada del cable, asegurándote de que quede bien apretada. La cinta de silicona creará una capa protectora resistente que no solo previene el desgaste adicional, sino que también ofrece cierta flexibilidad, permitiendo que el cable se doble sin riesgo de roturas adicionales.
Superglue y bicarbonato
La combinación de superglue y bicarbonato de sodio es una técnica sencilla que hemos encontrado en foros especializados pero sorprendentemente efectiva para reparar cables USB rotos. Primero, identifica la zona rota del cable y limpia la superficie para asegurar una buena adherencia. A continuación, aplica una pequeña cantidad de superglue directamente sobre la rotura. Acto seguido, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el pegamento antes de que se seque. El bicarbonato reacciona con el superglue, creando una capa sólida y resistente que se endurece rápidamente. Asó se formará una pasta que protegerá el cable de futuras roturas.
Cómo reparar el cable del móvil por completo
Si nos encontramos en el punto extremo en el que nuestro cable ya ni siquiera carga, y vemos los de su interior, tendremos que ponernos manos a la obra de una forma más compleja. Pues llegados a este punto, tendremos que pasar a un nivel más experto con el objetivo de que podamos repararlo. Además, si no os funciona, lo peor que podría pasar es que siga sin ir en vuestro dispositivo y os tengáis que comprar uno nuevo. Por lo tanto, no perderéis nada por intentarlo por vuestra cuenta antes de que paséis a comprar uno nuevo.
No obstante, eso no quiere decir que los métodos que vamos a seguir necesiten de especial cuidado, por ello, será mejor realizarlo junto a algún entendido en la materia, teniendo en cuenta por supuesto que si el proceso no es un éxito al menos lo habremos intentado.
Para conseguir que el cable del cargador vuelva a funcionar tenemos que comenzar por cortar unos 5 centímetros por debajo de la rotura para dar con una parte de este que no esté completamente dañada. Después, pasaremos a pelar este extremo con ayuda de unos alicates o un cúter. Así conseguiremos llegar a ver con cuidado todos los que hay en su interior.
Llegados a este punto, os advertimos de que el proceso será el más complicado de todos. Básicamente, porque tenemos que quitar todo el cable que queda en el puerto de carga del cargador. De esta manera, conseguiremos dejar al descubierto todos los contactos de estaño de este accesorio.
Seguidamente, lo que haremos, teniendo siempre mucho cuidado, será pelar los pequeños cables del USB para dejar a la vista el cobre conductor y soldarlos al puerto de carga. En la siguiente imagen podemos ver un claro ejemplo de cómo quedaría el resultado final tras seguir los pasos que os acabamos de dar.
En la imagen anterior, por ejemplo, podemos ver a la izquierda el USB Tipo C, a la derecha el del Micro USB y el Lightning que comparten colores. Debemos ser cuidados al soldarlos y no equivocarnos, por eso vamos a detallaros en que posición va cada cable a continuación:
Cable USB Tipo C
- Negro a la izquierda de C1.
- Verde.
- Blanco se divide en R1.
Cable Micro USB o Lightning
- Positivo o G: Rojo.
- Blanco.
- Verde.
- Negativo o V: Negro.