El notch en la pantalla se ha convertido en un compañero fiel para muchos usuarios móviles. La propia fisionomía de las pantallas y su conjunción con la cámara de fotos frontal ha obligado a los fabricantes a probar distintos métodos para poder integrar la cámara en la pantalla, lo que conocemos como notch, algo condenado a desaparecer.
Que un notch sea mejor o peor no es algo que podamos aseverar de forma objetiva, pero es algo que podemos adivinar por la aceptación que tiene cada uno de estos formatos en el mercado.
Los más extendidos
En los últimos tres años hemos visto todo tipo de notches en los teléfonos móviles. Algo que curiosamente comenzó a ser tendencia con dos móviles, el Essential PH-1 y el revolucionario iPhone X. Estos dos teléfonos lo convirtieron en tendencia, comenzando con el notch en forma de ceja, que como sabéis lo sigue conservando el iPhone 13. Pero por el camino los móviles Android han probado muchas alternativas, hasta llegar a un momento en el que claramente se ha optado por dos opciones como las más populares entre los fabricantes.
Hablamos del notch en forma de gota, y del orificio para alojar la cámara de fotos. Estos dos son los más populares, el primero en los móviles de gama de entrada y de gama media más baratos. Mientras que el segundo es el más extendido entre los móviles de gama media y alta más caros. Y aunque el orificio en la pantalla no lo debemos describir como un notch, sí que es una «mancha» en la pantalla que limita la visualización, como en los otros casos.
¿Cuándo serán historia?
Como muchas veces decimos, no tenemos una bola de cristal, pero los hechos consumados y la trayectoria de los fabricantes sí que nos podemos hacer una idea de por dónde van a ir las cosas. Y el objetivo al que todos los fabricantes aspiran, aunque ofrecen opciones para ocultar el notch, es a contar con una cámara de fotos frontal oculta bajo la pantalla. Una tecnología a la que le está costando echar a andar, porque es muy complicado conservar la calidad de las cámaras en estos casos. Pero que como ya se ha demostrado tantas veces, generación tras generación se va mejorando. Por tanto lo normal es que los teléfonos móviles tiendan a prescindir del notch en favor de las cámaras invisibles.
Cuándo ocurrirá esto, es una incógnita, porque dependerá de que el coste de esta tecnología sea asumible por los fabricantes incluso en las gamas más bajas. Si tenemos en cuenta que el orificio en la pantalla todavía no es la opción más extendida entre los móviles baratos, y estos ya llevan tres años en el mercado, no sería descabellado pensar que el notch y los orificios en la pantalla de los móviles nos acompañarán al menos durante un lustro más. Y en el caso de los iPhone podría ser incluso peor, vista la lentitud con la que adoptan nuevos formatos y tecnologías. De hecho los teléfonos de Apple podrían conservar el notch todavía en 2022. Sea como fuere sabemos qué va a acabar con los móviles con notch, pero no cuándo.