Este pequeño y clásico móvil de Apple está dando mucho que hablar desde que salió a la venta, primero fue por la limitada autonomía que demostró en comparación con otros smartphones de la firma e incluso de la competencia, ahora llega el turno de la resistencia. En un test de caídas, el iPhone SE 2022 ha quedado en evidencia al demostrar lo poco que puede aguantar.
Parece que haber optado por mantener el mismo diseño que en 2020 e incluso que ya vimos en el iPhone 8 no ha sido tan buena idea como parecía. Esto nos hace toparnos con un terminal que por dentro está muy actualizado, contando con lo último en software e incluso con un buen procesador, pero que por fuera no dura entero todo lo que nos gustaría. Si ya lo has comprado, deberías ir buscando una funda y protector de pantalla.
En la primera caída se hace trizas
Como podemos ver en las imágenes del test de caídas al que se ha enfrentado el modelo en color rojo del iPhone SE de última generación, ni tras una primera caída a la altura del bolsillo se salva la pantalla. Esto nos demuestra que una buena protección contra arañazos y roturas del panel es muy importante. Uno de los puntos en los que Apple parece haber recortado el precio, pudiéndose convertir en algo muy perjudicial para los usuarios.
Una caída que la mayoría de smartphones actuales resisten o al menos se ven menos afectados, pero que en este caso deja la pantalla rota por completo. Aunque el móvil sigue encendido, puede ser peligrosos seguir utilizando, ya que el cristal podría cortar nuestros dedos al utilizarlo. La visibilidad del contenido ha quedado muy afectada, por lo que, en un teléfono nuevo, con una sola caída, tendríamos que hacer un gran desembolso para reemplazar el panel, concretamente de 171 euros.
Cuando el teléfono cae de canto o de espaldas, sí que tenemos un resultado diferente, puesto que aquí, el material basado en aluminio impide que se dañe como ocurría por delante con el panel. Eso sí, las marcas de la caída también son evidentes y poco a poco el color se va descamando dejando ver un tono metálico. Para que esto suceda tampoco se ha necesitado más altura, con caer desde el bolsillo, ya vemos marcas en el dispositivo de Apple. Pero sobre todo duele observar como la caída afecta al panel y la pantalla quebrada termina por romperse, creando hendiduras.
En el momento en el que subimos un poco la altura de la caída, al caer con uno de los marcos o con la parte trasera, esta se ve muy afectada. Entonces se resquebraja casi por completo el teléfono, volviendo a afectar de nuevo al cristal frontal que ya estaba prácticamente destrozado, haciéndolo inservible.
Esto nos deja, como resultado, un smartphone que ni mucho menos está diseñado para aguantar en nuestras manos sin ningún tipo de funda o cristal de protección. Si ya lo tenéis en mano, el consejo ya lo hemos mencionado, pero si no lo habéis comprado aún, será mejor pensar en otras alternativas que no terminen deteriorándose tan rápidamente, por mucho que en software Apple tenga una gran baza.