La gama alta es un nicho de mercado inaccesible para muchos usuarios dado el elevado precio que reciben la gran mayoría. Hay contadas excepciones, como en el caso de Xiaomi, que apuesta firmemente por la relación calidad-precio de sus dispositivos, aunque, en términos generales, suelen sobrepasar los 1.000 euros.
Un amplio número de consumidores afirma que pagar tanto por un smartphone es innecesario y que no merece la pena, puesto que no hay opciones que justifiquen tal precio. Es por ello por lo que, hoy, con esta publicación, vamos a disipar cualquier tipo de duda al respecto de esta incógnita.
Un móvil capaz de todo
Hay quienes se conforman con un teléfono barato que no supere la barrera de los 250 euros, pues no piensan que una alternativa de mayor precio sea diferencial para ellos en función de los usos que acostumbran a dar al terminal. Este razonamiento es bastante lógico, respetable y comprensible, ya que gastar de más no merece la pena si tan solo vamos a consultar las redes sociales, mirar las noticias, hacer videollamada o jugar a pasatiempos como Candy Crush.
No obstante, hay que tener en cuenta que un smartphone de más de 1.000 euros implica grandes ventajas frente al resto. La principal es que te aseguran unas fotos perfectas e imposibles de conseguir con opciones de gama media, por lo que una persona que suela o deba hacer fotografías con el móvil, como puede ser un periodista, necesita la mayor calidad de imagen posible, así como un buen rendimiento para enviar cuanto antes la captura a su medio de comunicación.
Por otro lado, los jugadores profesionales de eSports que juegan desde su teléfono, necesitan una potencia considerable a la par que estable. En este sentido, sí que hay alternativas por debajo de los 1.000 euros, pero, en ocasiones, también es necesario tener una buena pantalla para apreciar el contenido con todo lujo de detalles. En cambio, hay aspectos como la batería o carga rápida que están más estandarización e incluso en terminales de 300 euros puedes llegar a tener la misma capacidad que en un gama alta.
El aspecto diferencial es, sin lugar a duda, el número de actualizaciones que reciben frente a móviles de menor precio. La gama alta llega a tener hasta 4 versiones de Android en el caso de Samsung (la más generosa), pero la media es de unos 3 años de parches. Una condición que te asegura tener un smartphone a largo plazo sin tener que volver a comprar otro. Apple llega a garantizar hasta 6 años de actualizaciones y sus dispositivos presumen de un rendimiento extraordinario pese al paso de los años, lo cual es bastante difícil de encontrar dentro de la gama media en Android.
Todo depende de los usos
Aquel que solo usa el teléfono para chatear u otras actividades básicas pensará que comprar un terminal por más de 1.000 euros es una tontería, mientras que el que lo emplea para trabajar ve inviable la opción de tener un equipo económico. De modo que esta pregunta tiene muchos matices, pero desde nuestra postura creemos que sí merece la pena apostar por un gama alta en el caso de disponer de la suficiente solvencia económica.
El simple hecho de disfrutar de un amplio número de actualizaciones es fundamental, puesto que vas a continuar teniendo las últimas novedades del sistema junto a las correcciones durante un largo lapso de tiempo. Esto sin obviar que un móvil caro es sinónimo de rendimiento excelente en todos los sentidos, sobre todo, en fotografía, pues es el apartado donde más se nota.