A lo largo de mi vida nunca he tenido un móvil de gama alta o de 1.000 euros. No me malinterpretéis, pero nunca ha sido una necesidad para mi. Lo único que buscaba hasta ahora era un smartphone con buena pantalla, buen rendimiento general y mucho almacenamiento. La cámara no ha sido nunca un apartado determinante entre mis preferencias, aunque esto cambió recientemente.
Me gusta mucho hacer fotos y cuando voy de viaje siempre suelo llevar mi cámara conmigo. Pero también me gusta capturar otros momentos, comidas o paisajes y el móvil es la mejor herramienta para ello. Los móviles que hacen buenas fotos bajo cualquier condición son caros y siempre he preferido una opción más económica con lo más esencial, algo que nunca más va a pasar.
Las fotos se notan, y mucho
Muchos piensan que un móvil de 300 euros no se diferencia mucho de uno de gama alta al hacer fotos, aunque para nada es la realidad. Te invito a buscar un único teléfono barato que realmente ofrezca unos buenos resultados bajo cualquier condición. Casi todos los smartphones se comportan bien cuando la iluminación favorece, pero incluso en esta clase de situaciones se perciben las carencias de las opciones más económicas, como un enfoque impreciso, texturas que no se aprecian, colores muy artificiales…
Cuando haces una foto con un iPhone o un móvil Android como un Google Pixel 8 se nota la mejora de calidad con tan solo una imagen. La naturalidad de sus cámaras y la representación de colores es inigualable por cualquier smartphone de bajo precio, así como el nivel de detalle que muestran. Esto es algo aplicable tanto de día como de noche y en este último entorno es cuando más se nota la diferencia de precio.
Los móviles baratos sufren muchísimo al hacer fotos cuando es de noche o con poca luz y la aparición de ruido junto a la incorrecta representación de los colores es inevitable. Los rostros parecen muy artificiales a causa del procesado por IA de la aplicación y al hacer zoom sobre la imagen se nota la pérdida de definición en los elementos.
Siempre que te lo puedas permitir, un móvil con buena cámara es indispensable si eres de las personas que no para de hacer fotos a todo. Créeme que vas a notar la diferencia al instante e incluso lo puedes comprobar con el teléfono de un amigo al tomar los dos una foto a la misma escena. También el desenfoque del modo Retrato se nota mucho con un recorte más preciso y la cantidad de funciones de fotografía que tienen los mejores móviles es abrumador.
Móviles económicos con buenas cámaras
La buena noticia es que cada vez hay más móviles que no cuestan 1.000 euros y tienen unas cámaras bastante decentes. Sigue existiendo una brecha, sobre todo cuando cae la noche, pero no es tan significativa y permite tomar buenas fotos igualmente. Un claro ejemplo por menos de 500 euros es el Xiaomi 13T con su cámara Leica, aunque yo tengo claro que mi próximo móvil va a ser un Google Pixel 8 en cuanto esté a buen precio por las funciones de edición exclusiva que incluye junto a su impecable cámara.
Estos son los dos modelos más económicos que vas a encontrar si quieres fotos de buena calidad. Por debajo de los 300 euros es muy complicado o prácticamente imposible alcanzar un nivel similar, así que ahorra un par de meses más y opta por uno de los anteriores smartphones para conseguir un rendimiento mucho más completo.