La Agencia Europea de Policía Criminal (Europol) ha pedido a las empresas de tecnología que reconsideren su uso del cifrado de extremo a extremo, argumentando que dificulta la lucha contra el crimen. Dicho de otro modo, quieren hacer nuestros smartphones menos seguros, con la excusa de nuestra seguridad, valga la redundancia.
No es que nos lo hayamos inventado nosotros, ya que han sido los jefes de policía de 32 países, incluido España, quienes han firmado una declaración conjunta en la que instan a las empresas a buscar soluciones que permitan a las fuerzas del orden acceder a los datos cuando sea necesario para investigar delitos graves. Y se pone como ejemplo, una vez más, a META, la empresa que está pensando en implementar cifrado de extremo a extremo en sus plataformas Facebook e Instagram.
Y es este cifrado de extremo a extremo lo que no gusta a los cuerpos de seguridad. Europol argumenta que este sistema de seguridad, presente en muchas apps y teléfonos, además de en otros dispositivos, no solo dificulta que las empresas de tecnología vean lo que se envía en sus propias redes, sino que también obstaculiza la capacidad de las fuerzas del orden para acceder legalmente a los datos de las empresas para investigar delitos graves. Según los cuerpos de seguridad, la decisión de META, podría llevar a la pérdida de millones de informes anuales de sospecha de abuso infantil.
¿Cómo funciona este cifrado?
El cifrado de extremo a extremo, conocido como E2EE por sus siglas en inglés, es una técnica de seguridad digital que protege la información al convertirla en un código indescifrable durante su transmisión, asegurando que solo el remitente y el destinatario previsto puedan acceder a ella. Es un sistema que ya hemos visto en apps como Telegram y WhatsApp, además de en otras muchas plataformas digitales.
Sobre el papel, impide que terceros, incluida la empresa responsable de la app, puedan interceptar y leer los datos, haciéndolos privados y seguros durante todo el proceso de comunicación.
Paro aquí entra el debate habitual entre privacidad y seguridad. La agencia sostiene que no es posible elegir entre una cosa u otra, ya que la seguridad pública pima por encima de todo, pero argumenta que tampoco es que haya que sacrificar la privacidad por la seguridad, sino de encontrar un equilibrio entre ambos. Por este motivo afirma que existen otras soluciones técnicas que pueden permitir a las empresas proteger la privacidad de los usuarios al mismo tiempo que permiten a las fuerzas del orden acceder a los datos cuando sea necesario.
Así, la Europol insta a las empresas de tecnología a que incorporen la seguridad desde el diseño y desarrollen un ‘entorno más seguro donde las fuerzas del orden y la justicia puedan hacer su trabajo’.
Como podrás imaginar, esta declaración de los jefes de policía de casi toda Europa ha sido criticada por algunos defensores de la privacidad, quienes argumentan que debilitar el cifrado haría que los usuarios fueran más vulnerables, no a las fuerzas de seguridad, sino a los propios gobiernos y, en mayor medida, a los ciberdelincuentes.