El almacenamiento es una parte vital de nuestro teléfono móvil y en ocasiones se suele pasar por alto cuando buscamos una nueva adquisición. Gozar de poco espacio no solo puede ralentizar el dispositivo, sino que tampoco será posible realizar descargas, actualizar aplicaciones e incluso sacar una fotografía. Pero tranquilo, las tarjetas microSD son tu salvación.
Hoy en día la gran mayoría de los smartphones del mercado admiten la compatibilidad con este tipo de artículos, aunque es preciso que lo compruebes antes de proceder con su compra. Estas garantizan un añadido de almacenamiento que puede ser de gran ayuda. Sobre todo, si tu terminal solo dispone de 64 GB o menos, pues la enorme cantidad de archivos que enviamos día tras día y el gran número de aplicaciones que este puede llegar a contener perjudican gravemente este apartado.
Principalmente, porque el sistema operativo consume parte de esa capacidad. Es por ello por lo que quizá sea preciso que te hagas con una de ellas, pero debes ser precavido, ya que en función del espacio que ofrezca la tarjeta microSD su coste puede variar considerablemente. Por este motivo, es necesario que medites sobre lo que necesitas. Si sueles utilizar el teléfono para trabajar es posible que vayas a requerir una gran capacidad. Eso sí, ya te adelantamos que vas a tener que desembolsar una suma importante.
Prepara tu bolsillo
Existen una gran cantidad de tipos de tarjeta microSD que se dividen tanto por su almacenamiento como por su velocidad de transferencia, pero en esta publicación el eje de la cuestión es el primer elemento.
La mayor capacidad que permiten los móviles actuales de manera externa es de 1 TB. En ciertos casos puedes llegar a alcanzar los 2 TB si optas por un modelo que venga acompañado de por sí de la primera cifra, como ocurre con el Samsung Galaxy S10 Plus.
El problema radica en que el coste de una tarjeta con dicho espacio se eleva habitualmente por encima de los 200 euros. Una cantidad que casi nadie esta dispuesta a pagar por varios motivos, pero el principal es que no se necesita tanto almacenamiento para un teléfono. Por eso mismo, si el día de mañana necesitamos reemplazarla, por suerte, tenemos la oportunidad de mover los archivos de una MicroSD vieja a una nueva.
Alternativas económicas
Por otro lado, las opciones que se encuentran por debajo de las tarjetas de 1 TB son mucho más asequibles en este aspecto y es prácticamente seguro que no volverá a aparecer esa molesta notificación que señala poco espacio disponible.
Puedes conseguir una tarjeta microSD de 256 GB o 512 GB sin que tu cartera se vea resentida. Por no hablar de que con esta capacidad no vas a tener nunca más problemas a la hora de descargar todo cuanto quieras y mucho más en tu móvil. El precio de estas ronda los 50 y 80 euros respectivamente. Una cifra que se aleja bastante de la vista en el caso anterior y que si merece la pena pagar.
Aun así, tampoco es del todo seguro que vayas a ocupar todo su volumen. Por lo que puedes optar por bajar todavía más el rango y comprar una de 128 GB por unos 20 euros. La decisión es toda tuya.