He viajado a Estados Unidos con Blink eSIM: mi experiencia olvidándome del roaming

Además de cómodo y sencillo, es una herramienta mucho más barata que estas tarifas y dentro del mercado de las eSIM, una de las más interesantes que nos podemos encontrar a la hora de hacer un viaje, porque tiene una cobertura sensacional y con unos precios muy competitivos. Por ahora siempre me había podido apañar con el Roaming de mi operadora, aunque cuándo necesitas subir archivos, enviar vídeos o quieren no quedarte incomunicado en el peor momento, recomiendo buscar alternativas.

¿Qué ofrece Blink eSIM y cómo se usa?

Una tarjeta eSIM, es básicamente una tarjeta SIM, pero que es usada de manera digital y actualmente está muy expandida a la hora de ofrecer datos móviles para cuando viajas al extranjero. Lo que nos ofrece Blink eSIM son diferentes bonos de datos que puedes adquirir en función del país que vayas y de los gigas que quieras o necesites.

Tiene cobertura para más de 190 países, con unos precios de lo más competitivos. Y la forma de usarlo es lo más sencillo del mundo, lo único que tienes que hacer es comprar el bono que quieras siguiendo los pasos pertinentes que te explican en la app. Tras esto te llegará un correo con un código QR que debes leer con tu móvil y que instala la eSIM de manera automática en tu móvil.

A partir de aquí, eres tú quien tiene que gestionar la tarjeta eSIM, seleccionando cuándo es necesario que esté activa y cuándo no. Este servicio que has contratado no se va a activar hasta que llegues al país de destino. Para que te hagas una idea, navegar en Estados Unidos, va desde los 5€ en su tarifa más baja de 1 GB, algo que, sinceramente, con otras compañías era totalmente impensable a menos que me pagases una media de 30 euros.

Lo mejor de todo es que si se te agotan los datos, no vas a tener que empezar el proceso desde cero ni mucho menos, sino que simplemente lo que vas a tener que hacer es recargar tu cuenta de Blink eSIM. Con solo utilizar el SMS que te envían vas a poder ampliar los datos móviles para los días que te queden de viaje.

Mi experiencia navegando con Blink eSIM

Tras una semana completa utilizando Blink eSIM en mi móvil, puedo asegurar que es una de las mejores compras que he hecho al viajar. Tanto la calidad de la conexión como la rapidez a la hora de usarla es absolutamente envidiable; y eso que yo era un tanto reacio a este tipo de servicios, pero me ha dejado muy contento y satisfecho.

Uno de los puntos que más me ha gustado para novatos en esto, como yo, es el de la rapidez a la hora de llevar a cabo la activación. Simplemente, te envían un código QR con el que podrás activar esta tarjeta SIM, siempre y cuando tu móvil tenga soporte para este tipo de SIM (que ya son la mayoría), se activará en tu teléfono móvil de manera automática. Tú mismo eres quien puede quitar o poner la tarjeta o seleccionar qué tarjeta se va a usar.

Yo te recomiendo que la instales, pero no la actives hasta que llegues al país de destino. Lo bueno que tiene esta tarjeta SIM es que va por datos y no por días, por lo que si no consumes muchos datos, posiblemente vas a poder tener más que suficientes para toda tu travesía. Eso sí, la propia página te recomienda qué tarifa debes coger en función de los días que vas a estar fuera de España.

Además, no la he usado simplemente para mandar WhatsApp o estar en redes sociales, sino que además, he podido subir fotos a Google Drive por ejemplo, sin mayores problemas, que es una acción que necesita de una conexión muy fuerte. Lo mismo ocurre con vídeos a redes sociales, que hice la prueba y pude subirlos sin ningún tipo de problema.

Al volver a España solo tienes que volver a activar tu tarjeta SIM física o la tarjeta eSIM de tu operadora y olvidarte de la eSIM de Blink, al menos hasta que vuelvas a viajar a cualquier otro destino del planeta tierra.