‘¿Recuerdas el Batterygate de Apple? ¡Ha vuelto! ¡En forma de demanda en Reino Unido!’ Así narraría Milhouse, de Los Simpson, el nuevo asunto judicial en el que se han vuelto envueltos los de Cupertino por un motivo que lleva persiguiéndoles desde hace más de 5 años.
La polémica por ralentizar de forma intencionada y encubierta el rendimiento de los iPhone más antiguos ha llevado al defensor de los consumidores británico a reclamar cerca de 900 millones de euros en daños sufridos por hasta 25 millones de usuarios de iPhone, dentro de las fronteras británicas.
Unos problemas de batería eternos
Más que problemas de batería, son problemas de rendimiento. Lo que popularmente se conoce como ‘batterygate’ detalla como los modelos de iPhone más antiguos de 2017 bajaron su potencia adrede, a través de una actualización, con el objetivo de evitar problemas con la batería, su autonomía, y el rendimiento en general del dispositivo. La carga de software, cada vez mayor ,se convirtió en demasiado pesada para el hardware de los iPhone más antiguos, y obligó a tomar esta drástica medida, solo que sin informar de ello a los usuarios. Esta práctica se conoce como «estrangulación«.
Así lo argumenta Gutmann, el defensor de estos derechos, quien alega que la información sobre esta herramienta no estaba incluida en la descripción de la actualización de software en ese momento y que la compañía nunca dejó claro en ningún momento que ralentizaría los dispositivos. Afirma también que, en vez de retirar productos u ofrecer baterías de reemplazo, la compañía presionó a los usuarios para que descargaran las actualizaciones de software.
Eso condujo a que muchos usuarios se encontrarán con que sus iPhone funcionaban a la mitad de velocidad, según el defensor del consumidor, un claro caso de engaño.
La reclamación es contra Apple por infringir la ley de competencia del Reino Unido al abusar de su posición dominante en los mercados relacionados mediante la aplicación de prácticas comerciales explotadoras e injustas que causaron un daño generalizado a los consumidores y empresas del Reino Unido
En un comunicado emitido por los de Cupertino, la compañía dijo:
Nunca hemos hecho ni haremos nada para acortar intencionalmente la vida útil de un producto Apple o degradar la experiencia del usuario para alentar las actualizaciones de los clientes. Nuestro objetivo siempre ha sido hacer productos que satisfagan nuestras necesidades.
Una demanda más, de tantas
Hace dos años, Apple ya se enfrentó a una demanda contra la batería en los EE. UU., presentada por 33 estados de los Estados Unidos. Los estados interesados argumentaron en ese momento que Apple introdujo la herramienta para incentivar a los propietarios de modelos de iPhone más antiguos a comprar una versión más nueva. Entonces, el fabricante presentó un acuerdo en un tribunal de California, acordando pagar hasta 400 millones de euros en forma de pagos a los clientes estadounidenses afectados.
En este caso, si la demanda llega a buen puerto, cualquier persona que posea un iPhone 6, 6 Plus, 6S, 6S Plus, SE, 7, 7 Plus, 8, 8 Plus o X, tendría derecho a reclamar daños y perjuicios acudiendo a la legislación británica.