A principios de año, el fabricante surcoreano lanzó al mercado la generación de los Galaxy S21 con un detalle peculiar en su parte trasera, concretamente el material con el que estaban fabricados alguno de sus modelos. Este mismo aspecto está volviendo a coger fuerza para la futura generación. Nos referimos a los Samsung Galaxy S22, ya que la marca asiática tendría previsto dejar atrás el cristal que tan buenos resultados ha dado en estos años y que le aporta este toque premium.
Aunque, en esta ocasión, no solo será el Galaxy S estándar el que contará con una cubierta de plástico que se asemejará al cristal, con el denominado ‘+ Glastic Rear’, sino que el modelo Plus del también contará con este material. De cumplirse finalmente esta especulación, estaríamos ante un gran cambio en el tacto de estos terminales. Por lo que, ¿es hora de decir adiós al tacto más premium?
Adiós al vidrio en los Galaxy S22
Según esta última información publicada, la parte trasera de los nuevos Galaxy S dejarán de lado el vidrio y usarán a partir de ahora plástico. Un material que ya utilizando anteriormente con la generación actual de la familia. Por lo que, si un usuario quiere contar con un tacto más premium en su smartphone, tendrá que comprarse el Samsung Galaxy S22 Ultra.
Además, en los últimos dos años hemos podido ver como la compañía asiática se ha ido deshaciendo poco a poco del cristal en sus terminales, para pasar a utilizar el tradicional plástico para la cubierta de sus smartphones. Un aspecto que también llamó la atención cuando presentaron con este material el Note 20, el cual forma parte de la gama más premium del fabricante surcoreano.
No obstante, no estaríamos ante un plástico normal, sino que la clave de Samsung es que estaría utilizando policarbonato reforzado como material para la parte trasera de su nueva serie S. Por lo que nos podría llegar a ofrecer una gran resistencia y será toda una ventaja en el caso de que se nos caiga el terminal. Puesto que el gran problema de las cubiertas de cristal lo encontramos en su poca durabilidad y resistencia frente a golpes o ralladuras. Además de que el proceso de reparación es mucho más costoso. Aunque, si se llega a cumplir este factor podría repercutir en los costes de fabricación para la empresa coreana, por lo que este detalle podría llegar a beneficiar a que los usuarios puedan hacerse con esta próxima generación de dispositivos móviles a un precio más bajo.