Cuando cambiamos de móvil, hay que tener en cuenta muchos factores antes de tomar la decisión final. Características, prestaciones, diseño… Cada persona es un mundo y todos tenemos nuestras preferencias, pero lo único cierto es que si vamos a hacernos con otro teléfono, podemos tomar dos caminos. El primero de ellos es por el que solemos optar: comprar uno nuevo. Podemos encontrar un móvil que cumpla con nuestras expectativas, pero en muchas ocasiones el precio se puede disparar y quedarnos con las ganas…
El otro camino es más asequible, aunque también puede ser más arriesgado: comprarlo de segunda mano. Arriesgado no por el hecho de que nos quieran timar (que en muchos casos, especialmente con vendedores particulares, nos puede pasar), si no porque tenemos que asegurarnos de que el móvil está en plenas condiciones y no presenta ningún problema, tanto por dentro como por fuera. Esto también es aplicable a todo tipo de productos de segunda mano, ya que cuando nos hacemos con un producto que ha pasado por otras manos, nadie quiere llevarse una decepción al adquirirlo. Por ello, antes de comprar un móvil de segunda mano debemos comprobar varios aspectos para asegurarnos de que se encuentra en buenas condiciones.
Lo primero es elegir la marca y el modelo
Una pregunta un poco simple, ¿verdad? Para nada. Lo primero que tienes que saber es qué móvil quieres exactamente, ya que su historial de fallos o errores (no siempre lo tienen todos) puede pasarte factura, y más si es de segunda mano. Además, conocer el rango de precios te facilitará la elección, ya que así podrás asegurarte de su verdadero estado. Pongamos el ejemplo del nuevo Samsung Galaxy S21. Obviamente ya lo podemos encontrar de segunda mano, pero si lo ves por 400 o 500 euros… Por eso es prioritario conocer sus posibles fallos y el precio en este estado.
Aspectos a tener en cuenta antes de comprar un móvil de segunda mano
Quizás tengas en mente ideas preconcebidas respecto a los móviles de segunda mano, y más si se lo compras a un particular. Estás en el buen camino. Es más, antes de revisar el propio dispositivo, debemos preguntar si el móvil se encuentra en buen estado y en garantía. Puede que sí o puede que no la tenga vigente, pero en cualquier caso el vendedor debe avisarte, ya que si posteriormente el móvil sufre algún daño y deseas repararlo, la tienda donde fue adquirido no se hará cargo. En este aspecto es más conveniente comprarlo en tiendas de segunda mano, pues hay ocasiones en las que pueden aportarte su propia garantía de compra o devolución.
Lo segundo es comprobar si se trata un móvil robado. Debemos tener mucho cuidado en este aspecto, ya que podemos tener problemas legales. Para ello, consulta el número IMEI del terminal. En los dispositivos Android suele venir impreso en una pegatina de la caja. También podemos encontrarlo en Ajustes, y dentro nos vamos al apartado Acerca del teléfono y dentro buscamos Información del IMEI. De no ser así, teclearemos la secuencia *#06#. Si el número que aparece en pantalla no coincide con el que de la caja, puede tratarse de un móvil robado.
¿En qué debes fijarte?
Estado físico
Una vez que hayamos decidido el modelo y nos dispongamos a comprar nuestro futuro móvil de segunda mano, el primer paso es comprobar su aspecto externo. La pantalla, los botones, los sensores… Hay que examinar todo al detalle para asegurarte de que se encuentra en buen estado y no presenta daños reseñables. A simple vista, puedes no ver ningún golpe o rotura en la pantalla, pero si pasas el dedo por el cristal, te darás cuenta de si presenta algún desperfecto o arañazo. Ya no es cuestión de si el móvil ha recibido peor o mejor uso por parte de su anterior dueño, pues el tiempo hace que se deteriore. Pero de ser así y aunque fuera mínimo, su precio bajaría aún más.
Los bordes también es uno de los elementos que más sufre con el paso del tiempo, pero encontrar un móvil impoluto en esta zona, a menos que sea muy reciente, es realmente difícil. Mirándolo por el lado bueno, los posibles desperfectos siempre te «favorecerán», ya que bajará el precio del terminal. Comprueba también si el sonido de los altavoces es correcto, los botones de encendido y de volumen, el lector de huellas (si tuviera) y prueba a introducir tu tarjeta SIM, esto último para saber si el móvil es libre o no.
Estado interno del móvil
Con esto nos referimos a revisar todos los aspectos internos del teléfono, tanto a nivel de software como hardware. Aquí es donde debemos tener más cuidado y ser más precavidos, ya que el teléfono puede presentar fallos de rendimiento o errores del sistema sin darnos cuenta.
- Comprueba la versión de Android: Debemos saber si el móvil tiene instalado la última actualización para asegurarnos de que no ha sufrido ninguna modificación, como puede ser un rooteo o un cambio de piezas. Si no puede recibir más actualizaciones por tratarse de un modelo antiguo, el resto de aplicaciones tampoco lo harán, por lo que de poco servirá comprarlo. Para averiguarlo, ve a los Ajustes del teléfono y busca la opción de Actualización del software.
- Verifica el estado de la batería: Es uno de los elementos que más problemas da en un móvil. Con el uso prolongado y el paso del tiempo, la batería pierde autonomía y hace que dure cada vez menos. En Android, por defecto, no es posible conocer la salud de la propia batería, a excepción de algunas marcas como Xiaomi, que además muestra los ciclos de carga. Estos últimos es muy importante conocerlos, ya que nos informan del proceso completo de carga y descarga de la batería. Esta incluye un número de ciclos completos, y cuando estos se superan, la vida útil de la batería comienza a disminuir. Para conocerlos, debemos descargar una aplicación de Play Store, como AccuBattery.
- Pon a prueba su rendimiento: El rendimiento de un teléfono de segunda mano es probablemente lo que más debemos tener en cuenta, ya que básicamente nos dirá si el móvil funciona correctamente o si presenta algún error interno. Para ello debes poner a prueba la memoria interna, para lo que puedes abrir varias aplicaciones a la vez, hacer fotografías, reproducir vídeos o música… Si no ves que ninguna acción se procese a una velocidad más lenta de lo normal, el rendimiento no estará afectado. Si quieres asegurarte más, puedes utilizar Antutu, un benchmark que evalúa la potencia y rapidez del procesador, la unidad de procesamiento gráfico (GPU), la memoria RAM y la lectura y escritura de datos. Ya no está disponible en Play Store, por lo que tendrás que descargarla a través de otras páginas o servidores.