Poder crear un punto de acceso Wi-Fi es algo muy útil y que millones de usuarios usan a diario. Los bonos de datos son cada vez más amplios o incluso ilimitados, lo que hace que podamos compartir la conexión con ordenadores portátiles y otros usuarios. Estas conexiones, se realizan generalmente con un carácter temporal, pero no por ello entrañan menos riesgos de seguridad. Por este motivo es casi obligado seguir mínimas pautas cuando activamos este tipo de conexión.
Compartir nuestros datos permite convertir nuestro móvil en un punto de acceso Wi-Fi. Esto significa que otros dispositivos pueden detectarlo como una red Wi-Fi convencional, y conectarse, aprovechando el tráfico de datos de nuestra tarifa. No obstante, siempre habrá quien esté al acecho para intentar vulnerar la seguridad. Si el problema viene dado de una vulnerabilidad o brecha de seguridad que escapa a nuestro control, no podremos hacer nada, pero siempre podemos intentar poner las cosas algo más difíciles.
Mejora la seguridad de tu punto de acceso Wi-Fi
Cambia el nombre del punto de acceso
Esto, que a priori puede resultar secundario, es muy importante. Por defecto, nuestro punto de acceso se llamará como nuestro móvil, ya sea en su variante comercial o con su número de modelo. Esto puede ser aprovechado por aquellos que busquen vulnerabilidades concretas de dicho modelo. Si ocultamos esta información, pondremos las cosas más difíciles. Se puede cambiar este nombre por una frase e incluso por un modelo falso de móvil con el fin de jugar al despiste.
Ponlo difícil con la contraseña
El punto de acceso Wi-Fi también trae una contraseña por defecto. Este consejo es aplicable similar a la que se suele recomendar con los routers, es decir, cambiar la clave por defecto por una propia, y siempre lo más enrevesada posible. Esto significa que usemos letras, números, caracteres especiales y tanto mayúsculas como minúsculas. Si estamos faltos de imaginación, hay webs dedicadas a generarnos contraseñas de forma automática, siguiendo estos patrones u otros que consideremos, como la longitud de la clave.
Conectar con QR
Más allá de cantar a voz en grito, o compartir mediante otros medios, la contraseña de nuestra zona Wi-Fi, la función permite generar un código QR para conectarse a la red mediante un simple escaneo. Cuando volvamos a activar la red, se genera un código diferente, por lo que es muy útil para aumentar la seguridad.
Número de dispositivos conectados
Conviene prestar atención a esta opción, que frecuentemente se pasa por alto. Si sabemos seguro el número de dispositivos que se van a conectar a nuestra red Wi-Fi (uno o dos por lo general), debemos limitar el número de conexiones aceptadas por el punto de acceso Wi-Fi. Esto hará que aunque un tercero pueda conocer la contraseña de acceso, la conexión sea rechazada al haberse alcanzado el número máximo de dispositivos conectados.
Desactivar después de terminar
Esta opción es bastante lógica, ya que cuando deja de usarse el punto de acceso Wi-Fi, lo mejor es desactivar la opción. No obstante, algunos móviles incluyen la opción de «Desactivar automáticamente». Esto significa que en cuento no haya dispositivos conectados, el punto de acceso Wi-Fi terminará de forma automática, evitando posibles accesos no autorizados y por supuesto, el consiguiente gasto energético.