La compañía de seguros Mobile Insurance ha comunicado unas cifras un tanto singulares sobre los propietarios de los iPhone. Al preguntarles sobre el estado de la pantalla de su terminal inteligente con sistema operativo iOS, un 23% dijo que estaba rota, arañada o dañada de alguna manera. Y un dato más, parece que tardan una media de seis meses en arreglarla, si es que lo hacen.
La compañía Mobile Insurance, con sede en Reino Unido, suele ofrecer cifras relacionadas con el estado y uso que los usuarios le dan a los terminales inteligentes. En este caso, los datos hacen referencia a los equipos iPhone de Apple. Según sus estadísticas, publicadas a través de CNET, casi una cuarta parte de los usuarios que tienen un iPhone, lo utilizan con la pantalla en mal estado, es decir, con arañazos o rota. Además, éstos tardan unos seis meses de media en arreglar el equipo y dejarlo en perfecto estado.
Cuando se les pregunta la razón por la que no arreglan la pantalla de su iPhone, las respuestas básicamente son tres: que no tienen el equipo asegurado y por tanto, lo dejan como está; que no pueden permitirse el lujo de arreglarlo (por lo que cuesta); y que no les importa utilizarlo con la pantalla en mal estado. Es más, un 31% de los que tienen la pantalla del equipo con algún daño, dicen que probablemente nunca lo van a arreglar dado que el iPhone funciona. Antes de que le daño vay a mas, tenemos que usar el móvil con la pantalla rota para al menos dar nuestros archivos y evitar arrepentimeintos.
El negocio de los seguros
Las compañías de seguros se dedican precisamente a eso, a asegurar cualquier cosa que pueda tener valor para el usuario. Hace años, a nadie se le ocurría contratar una garantía de este tipo para un teléfono, pero sí para un portátil. Ahora, la cosa ha cambiado porque hay smartphones que cuestan lo mismo o más que un ordenador portátil y además, se han convertido en el arma básica de trabajo de muchas profesiones. Dicho esto, una de las partes que más daños sufre es precisamente la pantalla porque también éstas han ido aumentando de tamaño y por tanto, están más expuestas. Esto sin contar con que los teléfonos inteligentes van con nosotros a todos lados, o casi y en caso de romperse debemos estar seguros de saber si el móvil sigue funcionando. En cualquier caso, como si contratáramos cualquier otro seguro, tenemos que leer detenidamente las condiciones que nos ofrecen ya que, en general, incluyen muchas exclusiones.