Tableta con teléfono o teléfono que hace las veces de tableta, el Samsung Galaxy Note ha sido el centro de atención de la firma desde su aparición en la IFA de Berlín. Pero más que un dilema por su, es una virtud y una ventaja frente a otras soluciones de comunicaciones móviles.
El Samsung Galaxy Note es un producto relativamente atípico. Como móvil con 5,3’’ es un tanto exagerado por su tamaño, y como tableta, con esas mismas 5,3’’ de diagonal de pantalla se antoja un tanto pequeño. Ya en su día (mayo de 2.010), Dell introdujo un teléfono/tableta de 5’’ de diagonal llamado Streak con funciones de teléfono móvil pero sin suficientes argumentos para justificar ese tamaño de pantalla. Ahora, un año y medio después, Samsung se ha decidido a experimentar con un formato similar en cuanto a dimensiones, pero mucho más optimizado y refinado tanto en tecnología como en ergonomía y funcionalidad. Tanto es así, que tras probarlo exhaustivamente, se ha convertido fácilmente en un dispositivo de referencia como tableta, apta tanto para su uso en casa o la oficina como en el metro, el supermercado, en una reunión de negocios o tomando unas cañas en una terraza como nexo de unión entre el mundo de las relaciones personales y las comunicaciones móviles. O como una ventana abierta al mundo digital perfectamente integrada en el día a día cotidiano. Pero antes de adelantar más, veamos con más detalle este Samsung Galaxy Note GT-N7000
El escenario de uso
Por una parte, es difícil que el Galaxy Note sustituya a un teléfono móvil inteligente de entre 3,8’’ y 4’’. Experimentos con gaseosa, como se suele decir, pero sí lo complementa perfectamente para llegar allí donde un Smartphone convencional (aún) no es capaz de llegar. Para ello, Samsung ha introducido diferencias aparentemente sutiles y casi imperceptibles, pero suficientes para justificar su existencia, y su coexistencia con un móvil inteligente. Hay aspectos que complican esta coexistencia, como el uso de dos SIM diferentes, una para el Galaxy Note en su faceta como tableta, y otra para el terminal móvil convencional, por ejemplo.
Los más atrevidos en general, y aquellos usuarios que ya apenas no usen la voz para comunicarse y sí la mensajería móvil tanto en forma de comunicaciones escritas, como la videoconferencia o la VoIP (Voz IP), podrían atreverse a usar este Galaxy Note como dispositivo único de comunicaciones. Aunque por hay factores que en la práctica suponen un cierto condicionante para este tipo de adopción. Uno es el de la duración de la batería, tal y como se verá más adelante. Otro, el ya mencionado tamaño. En este caso, un buen manos libres Bluetooth supondrá una liberación, pero en algún momento estaremos expuestos a las fluctuaciones de duración de la batería dependiendo de la actividad que desarrollemos con el terminal. Como nota adicional, es conveniente mencionar que si bien el NFC está contemplado como opción, el terminal analizado carecía de esta tecnología, de modo que los entusiastas y “early adopters” tendrán en esta (potencial) ausencia un pequeño inconveniente.
Elementos diferenciadores
Los elementos diferenciadores de Galaxy Note están, por un lado en su pantalla Super AMOLED de 1.280 x 800 píxeles (la misma que la de muchos portátiles de 10’’ – 11’’ y superior a la de los netbooks) de 5,3’’ y una densidad de píxeles de 285 pp. De todos modos, la matriz usada para la pantalla es de tipo Pentile, lo cual hace que la matriz de subpíxeles sea RGBG en vez de RGB, y a su vez los píxeles efectivos que se aprecian son equivalentes a unos 2/3 de los que resultan de multiplicar 1.280 x 800. El controlador de pantalla trata de ubicar un punto negro usando los subpíxeles disponibles y en el caso de la Super AMOLED (RGBG) acaba por haber algunos levemente descolocados.
El otro elemento diferenciador es el puntero S Pen Stylus que permite tanto el control “fino” de la interfaz Touchwiz de Samsung como escribir a mano alzada en la pantalla, dibujar o realizar anotaciones sobre documentos. Las posibilidades de este puntero hacen que este producto sobresalga incluso por encima de las tabletas tradicionales en combinación con alguno de los lápices electrónicos que se venden como accesorio para las pantallas capacitivas.
En cuanto a procesador y gráficos, integra el chipset Samsung Exynos 4210, con doble núcleo Cortex A9 a 1,4 GHz para la CPU y ARM Mali-400MP para la parte de los gráficos. Es un conjunto muy potente, de última generación ARM v7 hasta que el año próximo lleguen los nuevos procesadores ARM v8 compatibles con 64 bits. De momento no es un argumento que suponga una revolución, y en la práctica estamos ante un Samsung Galaxy S II evolucionado, o mejor aún, un Galaxy Tab 7.7, aunque en este caso el Tab tiene pantalla de 1.280 x 800 píxeles de tipo Super AMOLED Plus (RGB). 1 GB de memoria y 16 GB de almacenamiento interno completan el repertorio más tecnológico del dispositivo.
Las pruebas de rendimiento posicionan a este terminal entre los mejores de los últimos meses, dentro del grupo de los de gama alta con doble procesador. El chipset Exynos, tiene como competidores a los TI OMAP 4 de Texas Instruments, Apple A5, o NVIDIA Tegra II, sin olvidar a Qualcomm con los Snapdragon MSM8260. En el apartado de la geolocalización, otro elemento novedoso en este terminal es su compatibilidad con la red rusa de satélites Glonass, que complementa a la red GPS para ofrecer más satélites que mejoren la precisión en las aplicaciones de posicionamiento.
Construcción
El acabado del Galaxy Note es muy parecido al del Galaxy S2, aunque con la obvia diferencia en tamaño. El grosor es similar y no llega a 1 cm, con un peso de algo menos de 180 gramos. No tiene botón dedicado para la cámara, pero esencialmente conserva el sistema de cobertura trasero mediante una tapa de material plástico ultra fino y ligero. La pantalla, con recubrimiento de Gorilla Glass es resistente a arañazos y a golpes, aunque sin pasarse, como es lógico. No es indestructible. Da sensación de ligereza, sobre todo por su tamaño que hace que esperemos algo más pesado. El altavoz se hace notar por la rejilla de la parte trasera cerca de donde se encaja el puntero, y la cámara está acompañada de un LED de alta intensidad que hace de flash. La cámara frontal es de 2 Mpx.
Cámara
Con cada nueva generación se espera que la cámara integrada en los móviles mejore y se acerque a las cámaras compactas. Lo cierto es que hay mejoría, pero no tanta como para que los móviles las reemplacen. Las fotos que se hacen con el móvil son válidas si las condiciones de luz son propicias y no urge trabajar el encuadre o la composición con demasiado detalle. Para compartir en Internet o consumir en una pantalla de móvil o incluso en la tele, es una buena cámara de fotos y también de vídeo hasta 1.080p. El angular de la cámara es de unos 30 mm. (teniendo en cuenta que el sensor será de 1/3,2’’ de tamaño, con un factor de multiplicación de 7,61x, y que la distancia focal es de 4 mm., lo cual da una focal equivalente de 30,44 mm.), y el del vídeo algo más, con una apertura de F2.7. Entre los distintos modos fotográficos y diversos filtros que se pueden aplicar, destaca el modo de toma panorámica. Sólo hay que apretar el disparador e ir moviendo el móvil en la dirección indicada siguiendo las indicaciones en pantalla hasta completar la secuencia. El propio Galaxy Note montará las imágenes para mostrar la composición final. Y el resultado es bastante bueno. Tanto grabar vídeo como hacer fotos son tareas que invitan a usar las dos manos debido al tamaño del terminal. Los resultados son buenos, pero el nivel de ruido aumenta rápidamente con la falta de luz. Nada que nos sorprenda realmente.
La grabación de vídeo con hasta 1.080p de resolución es otro punto fuerte para el Galaxy Note, aunque recuerda que no tienes ni la óptica ni el sensor de cámaras especializadas en vídeo. El resultado es correcto para usos de propósito general, y hasta puedes afrontar la edición de vídeo (y fotos) en el dispositivo, pero no se trata de una calidad profesional. Para fotoperiodismo y vídeoperiodismo es apto siempre y cuando suponga la diferencia entre conseguir material gráfico y audiovisual o quedarse sin nada.
Batería y autonomía
La energía de este Galaxy Note proviene de una batería de 9,25 Whr (2.500 mAh). Es una capacidad notable que se justifica sin más que ver el rendimiento de su procesador y el tamaño de la pantalla. Se necesita toda esta capacidad para mover a este “transatlántico” de la movilidad. Y según qué tipo de actividad realices, se agotará antes o después, aunque en todos los casos antes de lo que te gustaría. Por ejemplo, jugando con Asphalt 6 HD, durante una hora se fue entre el 20 % y el 30 % de la carga. Es un caso de uso extremo, donde los gráficos se llevan una buena parte de la energía disponible junto con el procesador que también se lleva los suyo. En cierto modo se puede empezar a ver a estos dispositivos casi como portátiles. A máximo rendimiento y con aplicaciones exigentes no tendrás muchas horas para trabajar con este móvil / tableta. En las gráficas de carga y descarga se ve que es complicado arañar un día entero de autonomía sin tener que conectarlo a una fuente de alimentación. Si te mueves mucho en coche o pasas bastante tiempo “anclado” a la oficina o a tu casa no será un problema. De otro modo, tendrás que resignarte y convivir con la escasez.
Para vídeo es fácil conseguir más de ocho horas a la vista de las estimaciones realizadas durante las pruebas. Durante las pruebas, registrando los ciclos de carga y descarga, obtuvimos unas 9 – 10 horas de uso del dispositivo antes de tener que volver a cargar. Desde luego se antoja difícil que dure un día entero, salvo que no lo uses o lo puedas cargar en algún momento.
En breve publicaremos la segunda parte de esta prueba donde analizaremos la conectividad, sistema operativo, aplicaciones y uso u disfrute del lápiz óptico.