Los CEOs de RIM (BlackBerry) tienen seis meses para probar a los inversores que la estructura de la junta directiva es, no solo viable, sino necesaria para el futuro de Research in Motion. La firma Northwest & Ethical Investments es la que está presionando a Jim Balsillie y Mike Lazaridis para que salgan de la junta directiva y puedan dirigir la compañía de forma independiente.
Todo este lío viene de finales del mes de mayo cuando los accionistas de BlackBerry dieron un golpe contra la mesa e interpusieron una demanda en la que alegaban que los ejecutivos de BlackBerry llevaban meses confundiendo a los inversores sobre las expectativas reales de la multinacional. La demanda colectiva se centraba en el periodo desde que RIM presentó sus resultados del tercer trimestre de 2010 hasta que recortó los pronósticos en abril. Los accionistas alegan que la cúpula directiva, a pesar de saber la mala situación por la que estaba pasando la compañía, no comunicó a los inversores, que los retrasos en el lanzamiento de sus productos afectarían negativamente en sus resultados.
El documento de la demanda era muy duro y basta con que mencionemos una de las frases: “La compañía no informó a los inversores de que su obsoleta línea de productos y su incapacidad para introducir productos nuevos en el mercado impactaban negativamente en el negocio de la compañía y en sus márgenes”. Casi nada. Pero es que también se les acusaba de que las acciones de RIM, a consecuencia de esta situación de desinformación, se estaban comercializando a niveles inflados artificialmente. Y a raíz de todo esto aparecían tres nombres señalados con una diana, los dos presidentes ejecutivos, Mike Lazaridis y Jim Balsillie, y el director financiero Brian Bidulka.
Ahora, Northwest & Ethical Investments es la que ha presionado para dar un plazo de seis meses a los CEOs para que demuestren que la actual estructura directiva es necesaria para la empresa. De hecho, era algo que se iba a votar ayer mismo en la reunión anual que se celebró en Waterloo, Ontario. Pero ante esta situación de enfrentamiento interno, RIM ha accedido a que una tercera parte, neutral, analice la situación y emita una conclusión el 31 de enero (próxima reunión anual). Es decir, que Lazaridis y Balsillie tienen seis meses para demostrar que la unión de cargos –CEO y presidente– es válida y viable.
El problema es que parte de los inversores creen que los dos CEOs están siguiendo una estrategia muy cerrada, con poco espacio para otras opiniones, y por eso buscan una nueva dirección. Y ponen como ejemplo la poca clarividencia que Lazaridis y Balsillie han tenido para identificar las tendencias del futuro y el retraso con el que va a llegar el QNX a los smartphones
Fuente: Bloomberg