Tanto en verano como en invierno, el agua es el gran enemigo de nuestro teléfono móvil. No importa si tenemos un móvil con resistencia al agua o si no tenemos este tipo de protección, pues quien más o quien menos en alguna ocasión lo ha mojado sin querer con gotas. Lo que nos lleva a plantearnos la duda de cargar el móvil tras mojarse o si tenemos que hacer algo para evitar problemas.
Aunque no existe un único consejo que nos vaya a resultar de utilidad, debemos tener varias cosas en cuenta y valorar las situaciones a las que nos enfrentamos. Los móviles que tienen protección IP68 tendrán menos problemas para posteriormente de un baño poder cargarse, mientras que todos sus demás requerirán de un mayor cuidado.
Por lo general, si tu smartphone está certificado contra el agua, podrías conectarlo al cargador tras esperar unos minutos después de mojarse, siempre y cuando la forma en la que se ha mojado haya sido leve. Si no sabes si es un terminal IP68 (algo que puedes consultar en nuestras fichas técnicas) puedes intentar hacer lo que te decimos a continuación para secar el teléfono. Si lo haces todo bien, deberías poder cargar el teléfono sin problemas, pero debes tener mucho cuidado para no dañar gratamente el teléfono, puesto que ahí sería cuando ya nuestro teléfono dejaría por completo de tener cualquier tipo de utilidad.
Lo primero de todo, sacar bien el teléfono
En todos los smartphones tendremos que seguir estas indicaciones si no queremos que el agua pase de resultar un simple chapuzón, a ser un problema que nos dificulta seguir usándolo y por supuesto hace imposible enchufar el móvil a la corriente. No debemos olvidar que en nuestras manos tenemos un producto tecnológico y una sola gota puede hacer que salten las alarmas.
No pierdas tiempo
Cuanto más tardemos en secar el teléfono móvil, más fácil es que los problemas de carga aparezcan en nuestro terminal. En cuanto veas que el smartphone se ha mojado debes ponerte manos a la obra para tratar de eliminar toda la humedad posible del dispositivo si no quieres encontrarte en verdaderos problemas.
La razón es que las gotas pueden ir colándose por las diminutas aberturas que integra el móvil y en cuestión de minutos podemos toparnos con que el agua no está en el exterior, sino en el interior, lo que es un problema mayor, puesto que podría afectar a los diferentes componentes internos de nuestro teléfono móvil y ahí si que estaríamos entrando en un problema que puede poner en jaque a todo nuestro dispositivo.
Secado completo
Lo primero que debemos hacer nada más salir del agua o comprobar que se ha mojado es tratar de secarlo por completo para que no queden gotas en ningún punto de nuestro móvil. Fijándonos en los extremos de la pantalla y todas las zonas que forman el móvil. Incluso tenemos que tomar como un punto indispensable el conector de batería, a través de donde recibirá la corriente.
Para hacer esta limpieza se recomienda utilizar una toalla o un paño totalmente seco, aunque en caso de emergencia podemos recurrir incluso a nuestra propia camiseta, siempre y cuando no lo vayamos a arañar.
Comprueba todo el móvil
Quizás pueda parecer que ya has eliminado por completo todo el rastro de agua que ha aparecido en tu móvil, por lo que quizás tengamos que tener en cuenta que no todo lo que se ve es lo que realmente está en nuestro móvil, por lo que tendremos que examinar cada rincón de nuestro móvil. Aspectos como por ejemplo, la cámara, puede resultar que haya agua dentro de la misma y se pueda ver de alguna forma rastros de humedad, por lo que en este caso, lo ideal es que nos aseguremos de que esto se encuentra seco o si tiene aún agua.
En este caso, para que compruebes correctamente si existe o no agua dentro de tu teléfono móvil, debes comprobar si hay pequeñas gotitas o rastros de humedad dentro del módulo de cámara, algo que posiblemente sea fácilmente perceptible, aunque en este caso, no debes mover para comprobar si esta se mueve. Posiblemente lo que tengas que hacer en este punto será esperar unas cuantas horas o días más con el objetivo de que este agua se seque por completo y deje de ser un estorbo para nuestro móvil.
Elimina la humedad
Aunque el móvil esté aparentemente seco, la humedad puede alojarse en los conectores, puertos e interior del smartphone. Esto se complica ahora que los smartphones no se pueden abrir para retirar la batería y dejarlos secar más fácilmente.
Seguro que, en esta ocasión, muchos te dirán que lo que tienes que hacer es recurrir al clásico arroz. Al meter el móvil en un tazón con arroz estamos invitando a la humedad a salir hasta los granos y permitir que tras unas horas sumergido en este cereal el teléfono pueda volver a cargar sin complicaciones.
Sin embargo, se ha demostrado que esto puede ser perjudicial para el equipo dado que las minúsculas motas de arroz pueden adentrarse dentro del dispositivo empeorando el problema. La alternativa es usar bolsas de sílice, ese material que suele venir junto a prendas y calzado y que tienen una mayor capacidad de absorción que este cereal.
En el caso de que no puedas encontrar estas bolas de sílice, lo único que te podemos recomendar es que o bien acudas a cualquier bazar a comprarlas, que además, nunca estará de más tenerlas a mano o bien, pruebes el arroz. Eso sí, deberás tener mucho cuidado de que no entre ningún grano y usando, por supuesto, los granos de arroz más grandes que tengas por casa.
Ten paciencia
Por mucho que tratemos secar el dispositivo con papel a toda velocidad, limpiar los orificios e incluso introducirlo en arroz, no vamos a poder estar seguros de que el móvil está completamente seco hasta que pasen unas horas. Dependiendo del tiempo que haya estado en contacto con el agua, necesitará más o menos tiempo, aunque ante unas gotas es posible que con solo una hora sea suficiente.
Si el móvil se ha sumergido por completo, tendríamos que esperar antes de cargar el móvil mojado al menos 5 horas para mayor tranquilidad. Lo más conveniente es dejarlo en casa en una zona seca (que no directa al sol), para que termine de eliminar todos los líquidos a través de la evaporación y confiar en que el problema no evolucione. Puedes usar un armario o un cajón con toallas alejado de baños, cocinas y otros entornos húmedos.
Problemas que surgen después de secarlo
En caso de que hayamos seguido los principales consejos mencionados, antes de ponerlo a cargar y estos no hayan servido de nada, nos podemos enfrentar a dos problemas al tratar de conectarlos a la luz. En cada uno de los casos deberíamos seguir unas indicaciones con el mayor cuidado posible.
No recibe energía
Para esos casos en los que la corriente no llega, puede deberse simplemente a un método de seguridad del móvil. Si estáis seguros de que le hemos dejado el suficiente tiempo para extraer la humedad, podemos probar a reiniciar el teléfono. Cuando estamos tratando continuamente de cargar el móvil después de haberse mojado, la detección de humedad con la que cuentan los teléfonos puede bloquearse y solo podemos evitarlo si lo reiniciamos. Al volver a encenderlo confiaremos que si se pueda cargar.
Aunque si eso no termina de solventarlo, tenemos que pasar al modo seguro. Esta opción es diferente en cada smartphone, pero de forma generalizada en Android, podemos utilizarlo pulsando el botón de pagar y después mantenido este botón pulsado el dedo unos segundos en apagar.
Al encenderse con este modo indicado en la parte inferior solamente tendremos que comprobar si ahora nuestro móvil carga. El error podría ser del software y realmente la humedad ya haya desaparecido, haciendo que este sea el método que lo desbloquee para siempre.
Saltan chispas
En los casos en los que un chispazo aparezca en el móvil, enchufe o cargador del móvil, debemos preocuparnos, y mucho, puesto que justo en ese momento ha podido dañarse ya cualquiera de los elementos o conexiones de nuestro teléfono móvil.
Por seguridad, tenemos que dejar de intentar la conexión a la corriente de forma inmediata pues podríamos pasar de un chispazo a una serie de quemaduras mucho más graves. Por eso, si ya los has secado y eliminado toda humedad como hemos dicho antes, no debes volver a conectarlo al enchufe. Antes de volverlo a intentar es conveniente llevarlo al servicio técnico para que examinen el teléfono con total seguridad que nosotros no corramos riesgos y sean los profesionales los que se encarguen de secar correctamente nuestro terminal.
Se corta la carga de batería
Más allá de que salten chispas (muy peligroso) o que el dispositivo no cargue, lo que puede pasar es que el teléfono se conecte a la corriente, pero la carga se interrumpa continuamente, es decir, verás que en pantalla aparece el icono de carga y desaparece, como si estuvieras desconectando continuamente el cable.
De ser esto lo que sucede en tu equipo, lo más recomendable es que lo desenchufes y vuelvas a dejarlo un tiempo más sin usar, pues aún quedan restos de agua que están impidiendo que la electricidad haga su trabajo con normalidad. Puedes volver a intentar secarlo como te hemos dicho unas líneas más arriba y tratar de cargar del nuevo el teléfono pasadas unas horas.
También puede darse el caso de que, tras el secado de nuestro teléfono móvil, ha quedado algún cuerpo incrustado en el puerto de carga o bien, esté muy sucio, por lo que tendremos que comprobar también esto por si se tratase aquí este problema.
Lo que nunca debes hacer
Existen varias situaciones que tenemos que evitar siempre que nos enfrentamos a intentar recargar un móvil mojado. En caso de saltarse estos consejos, los problemas graves podrían hacer su aparición y dejarnos sin terminal.
No soples ni lo agites
Muchas veces, la primera reacción instintiva que todos tenemos cuando el smartphone se ha mojado, es soplar un poco para terminar de secarlo. Esto es una de las peores cosas que podemos hacer pues lo que estaríamos consiguiendo es trasladar la humedad de un sitio a otro y dañar componentes de más a lo tonto.
Lo mismo sucede con el movimiento. Si nos ponemos agitar el smartphone como si fuera un abanico para eliminar el agua de su interior, vamos a conseguir lo mismo que antes, que el agua pase por los diferentes componentes que se alojan en el interior del terminal, exponiéndonos a hacer el fallo mucho más grave.
Además de dispersar el agua, al soplar o agitar puedes introducir pequeñas partículas de polvo y pelusa dentro del teléfono. Estos residuos pueden acumularse en los componentes internos y causar daños a largo plazo, incluso si el agua se evapora.
No uses la carga inalámbrica
Ya hemos dicho que una de las primeras cosas a evitar es cargar el smartphone de inmediato. Por cable es peligroso, pero muchos podemos pensar que si usamos el teléfono sin cables, no pasaría nada. Grave error, pues el daño también puede ir a más aunque usemos la tecnología inalámbrica para recargar el teléfono.
Nos pueda parecer una solución sencilla y atractiva, aunque intentar cargar el móvil mojado de forma inalámbrica puede provocar un cortocircuito en caso de que la humedad haya entrado hasta la batería. Se situaría, por lo tanto, entre el transmisor de energía y la batería, calentándolo y derivando en una situación aún más difícil.
Piensa que una carga implica una transmisión de energía y electricidad entre componentes, y de haber humedad en el proceso, podemos enfrentarnos a graves accidentes.
El calor es perjudicial
Podemos leer por Internet algunas recomendaciones sobre aplicar calor con un secador, dejarlo al sol después de haberse mojado, pero no es la solución. De hecho, esto más que un arreglo puede ser un dolor de cabeza mayor al provocar más daños en el interior del dispositivo.
Las temperaturas extremas son los principales enemigos de los dispositivos electrónico. Lo es el frio y lo es la exposición a el calor por lo que poner el smartphone al sol o sobre un elemento calorífico no va a conseguir secar el agua. Lo que sí podría conseguir es que el teléfono se corrompa junto a los materiales que integra en su interior, lo que terminará provocando que el móvil no se pueda cargar nunca más. El calor excesivo puede dañar las baterías de litio, deformar los componentes plásticos internos y causar cortocircuitos, sobre todo cuando este contacto con el calor se hace de forma directa, es decir, que el sol, hace mella en nuestro móvil de manera plena y directa, lo que puede provocar daños mayores. Por eso insistimos en que evites exponer tu teléfono a fuentes de calor directas, como secadores de pelo, radiadores o la luz solar directa.
Creemos que no es necesario recurrir a estas aclaraciones, pero tampoco deberemos meter nuestro teléfono móvil en el microondas para secarlo bajo ningún concepto, de la misma manera, en la que para enfriarlo, tampoco debemos meterlo en la nevera ni en el congelador. E
No lo uses a máxima potencia
Ya lo hemos dicho, en cuanto un smartphone se ha mojado no puedes ponerte a hacer el loco con el. A nadie en su sano juicio se le ocurriría comenzar a conectar cables en un enchufe mojado, pues esta es la misma situación. Si el smartphone se ha mojado, no puedes ponerte a jugar a CoD o a exigirle al teléfono realizar tareas exigentes pues el problema puede ir a mayores.
Siempre es recomendable dejar de usar el smartphone en cuanto se ha mojado. Puedes cerrar aplicaciones y demás pero no hagas ninguna actividad más con él hasta que logremos secarlo.
Ayúdate de profesionales
Quizás, en este punto, sea el momento de recibir ayuda de profesionales, debido a que necesites que te ayuden a secar tu teléfono móvil o bien porque ha entrado agua en tu teléfono móvil y empieces a temer por la integridad del mismo. Por ello, te recomendamos que acudas siempre al servicio técnico que te proporciona el fabricante de tu marca y en el caso contrario, que acudas a la tienda en la que compraste tu teléfono móvil o a un servicio especializado.
Lo que sí es cierto es que, al haberse mojado tu teléfono móvil, será prácticamente utópico que la garantía cubra los daños que experimenta nuestro teléfono móvil, por lo que tendremos que correr con el pago, pase lo que pase. Por tanto, lo que deberemos hacer pasar a pagar esta reparación o bien, comprar un nuevo teléfono móvil, todo ello en función del precio que tenga el arreglo y de las necesidades de nuestro teléfono móvil.
Y, para que no te pase de nuevo, quizá te merezca la pena contratar un seguro que nos cubra la reparación en caso de que el smartphone se moje. Estos no son demasiado caros y siempre vamos a tener la seguridad de que alguien va a responder y reparar nuestro teléfono aunque haya superado el periodo de garantía. Es sí, hay que leer muy bien las condiciones respecto a la entrada de líquidos en el dispositivo, pues algunas compañías tienen cláusulas especiales. Lo ideal es que uses un comprador de seguros y te informes de cuál es el que más opciones ofrece cuando el smartphone, el cargador o algún otro componente se dañen por el contacto con el agua. Por suerte, hay muchos disponibles en el mercado.
¿También se ha mojado el cargador?
Una de las posibilidades que puede existir en este punto, ya sea porque se ha mojado o porque al contacto con el móvil es cuando ha recibido ese contacto con el agua, es que el cargador de nuestro móvil también se encuentre mojado, por lo que en cualquier caso, tendremos que hacernos cargo de él y no entrar en más problemas.
El hecho de que el cargador del móvil esté mojado puede suponer también un gran problema e incluso más grave que el hecho de que el móvil esté mojado, porque aun estando mojado. puede no tener problemas a la hora de la carga, pero el conector siempre dará electricidad, por lo que en cualquier caso, puede ser problemático. Por esta razón, nuestra recomendación es que no cargues el móvil ni hagas que entre en contacto este cargador con tu móvil, porque puede provocar un corto.
De esta manera, lo mejor que puedes hacer es dejar que el cargador se seque, pudiéndote ayudar en este caso de un paño o de papel absorbente para que el agua que se encuentra en este cargador no nos dé más problemas. De igual manera, tendremos que comprobar que dentro del conector no se encuentra rastro alguno de agua para que al conectarlo, no de problemas.