La Agencia Nacional de Radiofrecuencia de Francia (ANFR) dijo hace un par de semanas que las pruebas realizadas con el iPhone 12 habían revelado niveles inusualmente altos de radiación electromagnética emitida por el dispositivo, lo que le llevó a decidir prohibir su vena en el país vecino (3 años después de que se pusiera a la venta).
El teléfono, que se lanzó en 2020, tiene una tasa de absorción específica (SAR) reportada en torno a un 40% por encima del límite legal, según la agencia francesa. Por lo tanto, la ANFR ordenó a Apple que detuviera las ventas del dispositivo y advirtió que se realizaría un retiro de las unidades que aun queden a la venta si Apple no solucionaba el problema.
Ante esta acusación, el gigante tecnológico estadounidense dijo que ha proporcionado a la ANFR resultados de laboratorio independientes de terceros que demuestran el cumplimiento del iPhone 12 en cuanto a niveles de radiación, y que ha sido certificado por múltiples organismos internacionales al cumplir con todo tipo de regulaciones.
¿Es peligroso?
Para saber si los niveles de radiación que emiten, no solo el iPhone, sino otros teléfonos, son peligrosos, debemos fijarnos (y fiarnos) en lo que dice la Organización Mundial de la Salud. Según la OMS los niveles de campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos inteligentes son mucho más bajos que los recomendados por las directrices internacionales, es decir, que no se ha demostrado que sean dañinos para el ser humano ni se ha demostrado que sean culpables de causar enfermedad alguna.
Sin embargo, como medida de precaución, se recomienda mantener el teléfono lo más alejado posible del cuerpo, especialmente cuando lo utilice durante períodos prolongados. Además, el uso de auriculares o un altavoz pueden ayudar a reducir aún más la exposición a estas frecuencias, por prevenir.
¿Cuáles son los peligros del iPhone, entonces?
Aunque la radiación SAR elevada puede ser muy alarmante, realmente hay muchos otros peligros de los que deberíamos estar muy atentos. De hecho, la propia Apple alerta sobre los posibles accidentes que pueden suceder con el iPhone, o con otros dispositivo de la marca, si no se usa como es debido. Son estos:
- Cargar el teléfono cuando hay humedad alrededor o las manos mojadas, o ponerlo debajo de la almohada o dormir con él mientras lo carga, podría hacer que se sobrecaliente, causando molestias o lesiones.
- Los daños en la batería podrían causar sobrecalentamientos o incendios.
- Sostener un teléfono, ponerlo en un bolsillo, usar una funda de metal o poner un Apple Watch en la cara podría hacer que superes los límites de exposición recomendados por la FCC.
- El uso de dispositivos Apple o Mag Safe podría interferir con un dispositivo médico.
- Usar un iPhone si tienes ciertas condiciones médicas podrían afectarte con síntomas como: convulsiones, apagones, fatiga visual o dolores de cabeza.
- El uso de cargadores de mala construcción, rotos, cargadores no oficiales o realizar la carga alrededor de ciertos productos químicos podría causar descargas eléctricas o lesiones y, lo que es aún más preocupante, el uso de una fuente de alimentación USB que no sea de Apple podría suponer un riesgo de muerte.