Las posibilidades que proporciona tener a tu disposición un smartphone hoy en día son prácticamente infinitas dada la enorme cantidad de herramientas que estos incluyen en su interior. Gracias a propiedades como el NFC nuestra vida se ha convertido en una actividad más cómoda y placentera.
Esta tecnología apareció hace ya mucho tiempo con la intención de facilitar en la medida de lo posible todo tipo de acciones que solemos ejecutar diariamente, aunque algunas de sus utilidades han quedado relegadas al ostracismo. En cambio, otras se han popularizado en exceso como es el caso de la opción de pagar usando el teléfono. Una práctica que se ha extendido a causa de situaciones como la pandemia, que ha obligado a más de uno a recurrir a los pagos contactless.
Son muchos los que aprovechan esta funcionalidad en la actualidad, como también los que extraen la funda de su móvil para ello. Esto se debe a la creencia de que interfieren en la comunicación, llegando incluso a imposibilitarla, pero esto no siempre es así.
Destapando el mito
Todo el mundo quiere que su terminal luzca único y especial. Justo por este motivo apostamos por fundas que le otorguen un aspecto distinguido a la par que atractivo, y tener que quitársela cada una de las veces que pretendemos hacer uso del NFC supone un verdadero dolor de cabeza.
Sin embargo, debes saber que no tienes por qué hacer esto. La mayoría de las carcasas no afectan a esta clase de comunicación, como tampoco influye en el WiFi. Ambas son transmisiones inalámbricas que se producen con base a ciertos parámetros, pero a la hora de la verdad, el fundamento de su funcionamiento es el mismo, ya que establecen una conexión entre dos dispositivos.
Lo habitual es no tener que remover la funda, pues esta no perjudica esta comunicación en la mayoría de las ocasiones. Claro está, todo depende del material empleado para su fabricación, lo que genera ciertas excepciones a la norma.
Qué material influye en el NFC
Hay fundas para el móvil de cualquier tipo y material, pero generalmente todo suele girar en torno al plástico, silicona, piel… las cuales no provocan fallos de funcionamiento del NFC porque permiten el paso de la señal, aunque esto quiere decir a su vez que otros componentes sí que podrían perjudicar la conexión.
Estas son las más resistentes del mercado, aquellas que se han producido recurriendo a materiales robustos y constituidos por aluminios o aleaciones metálicas. Unas materias que producen lo que se conoce como “Jaula de Faraday”, un término empleado para denominar un elemento que forma una barrera que prohíbe pasar a las comunicaciones inalámbricas y que no te daría el placer de exprimir esta característica.
Esto significa que sí, una carcasa puede interferir en la tecnología NFC del smartphone, pero no es lo habitual, pues casi la totalidad de los usuarios incorporan fundas que no tienen nada que ver con lo definido en el párrafo anterior. Es por ello por lo que lo más seguro es que no vayas a tener problemas a la hora de aprovechar la versatilidad de esta funcionalidad.