Nuestro móvil nos acompaña allá donde vamos sin importar las condiciones adversas como la lluvia, nieve o calor extremo. Una costumbre que te puede pasar factura si no tomas las precauciones adecuadas, ya que hay situaciones que pueden acabar dañando el teléfono y esto es lo que ocurre cuando hace muchísimo frio.
Al igual que ocurre con las temperaturas muy altas, las bajas temperaturas también son perjudiciales para el dispositivo. Claro está que no hablamos de los grados que puede haber ahora mismo en algunas Comunidades Autónomas de España, pues estas no son tan extremas como para generar un mal funcionamiento del sistema. No obstante, a la hora de viajar hacia ciertos destinos nunca está de más comprobar previamente cómo va a estar el clima para evitar malas experiencias.
Problemas de los móviles con el frio
Todos los móviles están fabricados para soportar temperaturas situadas en un rango determinado, así que tanto el calor extremo como el frío polar son letales para ellos. En circunstancias habituales, un smartphone puede aguantar temperaturas que están mínimamente por debajo de los 0 grados siempre y cuando lo mantengas a buen recaudo sin dejarlo a la intemperie durante mucho tiempo.
En el caso de que permanezca al aire libre durante mucho tiempo algunos componentes podrían congelarse y empezar a experimentar los siguientes daños en el teléfono:
- La batería baja rápido: todas las baterías se calientan al funcionar, puesto que están suministrando energía en todo momento. Las bajas temperaturas provocan que se enfríe demasiado y baje su rendimiento, lo que se traduce en una descarga mucho más rápida. En los peores casos es posible que la batería deje de funcionar y te veas obligado a cambiarla.
- Humedad irreparable: los cambios de temperatura no solo dejan algún que otro resfriado, sino también posibles averías del móvil. La condensación provoca una humedad a causa de la evaporación que puede mojar los componentes internos y acabar con la vida del dispositivo por completo.
- Pantalla congelada: seguro que te has fijado en que los cristales de los coches se mojan cuando hace mucho frio. En situaciones de mucho frio con temperaturas muy bajas se puede crear una fina capa de hielo sobre la pantalla, dificultando su uso debido a que se reduce la sensibilidad del panel. Además, un golpe desafortunado también tiene la posibilidad de fracturar la pantalla.
- Apagado repentino: si el móvil está expuesto al frío durante mucho tiempo, puede sufrir un apagado repentino sin previo aviso. Esto se debe a que el sistema operativo detecta una anomalía en el funcionamiento y decide apagar el dispositivo para evitar daños mayores. Aunque no suele ser grave, puede provocar la pérdida de datos o aplicaciones abiertas.
- Cámara defectuosa: el frío también puede afectar al funcionamiento de la cámara del móvil, tanto la trasera como la frontal. Puede ocurrir que las imágenes salgan borrosas, con colores alterados o con manchas. Esto se debe a que el sensor de la cámara se ve afectado por la condensación y la humedad, lo que impide captar correctamente la luz y los detalles.
- Altavoz y micrófono dañados: otro componente que puede sufrir las consecuencias del frío es el altavoz y el micrófono del móvil. Si estos se mojan por la condensación o el hielo, pueden dejar de funcionar correctamente o emitir sonidos distorsionados. Esto puede dificultar las llamadas, los mensajes de voz o la reproducción de música.
- Mal rendimiento: Las temperaturas extremadamente bajas pueden hacer que el procesador del móvil y otros componentes internos funcionen más lentamente. El frío afecta la velocidad a la que se procesan las tareas, lo que provoca que el móvil se vuelva lento o incluso responda con retrasos, dificultando su uso en general.
- Problemas en la pantalla OLED: Las pantallas OLED pueden verse afectadas por el frío, causando que el contraste y los colores se alteren. Incluso la respuesta táctil también puede ser menos precisa en temperaturas muy bajas.
- Fallos del cargador: En temperaturas frías, los cables y adaptadores de carga pueden volverse rígidos o menos flexibles, lo que puede hacer que sea más difícil conectarlos correctamente o que se desgasten más rápido. Además, el dispositivo puede no cargar correctamente debido a la caída en el rendimiento de la batería de la que hemos hablado antes.
¿Hay formas de proteger el móvil del frio?
Esto no significa que no puedas llevar tu teléfono encima si viajas a lugares donde hace mucho frio. Simplemente hay que aprovechar las medidas adecuadas y no descuidarlo demasiado. Por ejemplo, ya hemos comentado que debe permanecer en sitios donde no se encuentre expuesto directamente a las bajas temperaturas, como el bolsillo del chaquetón. No se va a estropear si lo sacas para hacer algunas que otra foto, pero acostúmbrate a guardarlo siempre después.
También existen fundas térmicas que están diseñadas para llevar el móvil cuando el frío es extremo. Esta de Amazon cuesta menos de 20 euros e incluso llega para el día de Reyes por si la quieres regalar. Es compatible con todos los móviles debido a su amplio tamaño y funciona mediante USB, así que puedes utilizar cualquier dispositivo externo para hacerla funcionar.