El avance tecnológico nos ha permitido tener el placer de no solo hacer fotos en cualquier parte y momento con nuestro teléfono móvil, sino también grabar vídeos con todo un abanico de posibilidades. Una de las funciones más interesantes en este sentido es la cámara lenta, la cual puede ayudarnos a obtener grabaciones originales e impensables.
Esta función está cada vez más presente en la aplicación de cámara de los smartphones, aunque si el tuyo por casualidad no la tiene, existen otras vías para conseguirlo. En esta publicación te enseñaremos qué tiene de especial esta característica, así como las formas en las que puedes emplear y situaciones donde puedes sacar provecho de ella.
La gran baza de la cámara lenta
La posibilidad de realizar grabaciones a cámara lenta es toda una ventaja para el usuario, quien puede llegar a filmar una escena con todo lujo de detalles que, a priori, son invisibles para el ojo humano. Esto significa que tienes a tu disposición una herramienta que debes saber cuándo y cómo emplear para conseguir resultados insólitos.
Su funcionamiento es bastante fácil de comprender, ya que únicamente recoge más imágenes por segundo que de forma habitual. Esto otorga una sensación de ralentización de la escena en la que puedes apreciar cada aspecto de la imagen al dedillo. Hoy en día la gran mayoría de los móviles del mercado presumen de esta opción, aunque no todos cuentan con varios tipos de cámara lenta, los cuales son los siguientes:
- 4X (120 fps)
- 8X (240 fps)
- 32X (960 fps)
- 64X (1920 fps)
- 256X (7680 fps)
Mayor número de fps implica un mayor número de fotogramas por segundo. Hasta tal punto, que con una cámara lenta de 256X es posible conseguir un vídeo de 32 segundos con una grabación de 0,12 segundos. Por lo que puedes capturar prácticamente cualquier cosa por muy instantánea que sea, como un chapuzón en el agua o una ola rompiendo en el mar.
Cómo usarla con tu móvil
Lo más probable es que tu smartphone tenga esta función en la app de cámara. Para comprobarlo basta con acceder a la aplicación y dirigirte al apartado “Más”, donde se muestran las diferentes herramientas que esconde. Entre ellas debería aparecer “Cámara lenta”, pero, de lo contrario, existen programas en Play Store que pueden ayudarte a conseguir este efecto, aunque la más recomendable recibe el nombre de Efecto de cámara lenta/rápida.
Cabe destacar que esta clase de aplicaciones no pueden grabar el vídeo a cámara lenta como tal, pues se trata de una función integrada en la propia cámara. Su misión es coger la grabación y aplicarle un efecto que proporcione esa sensación de lentitud, pero el resultado es bastante convincente. No obstante, también puedes acudir a la galería de tu terminal y seleccionar el vídeo en cuestión para pulsar en «Editar» y comprobar posteriormente si hay alguna opción que te permita disminuir la velocidad, así no tendrás que descargar nada.
Ahora que ya conoces cómo acceder a esta herramienta, es el momento de explicar cuándo debes aprovechar su finalidad. Claro está, es completamente obligatorio que exista un movimiento, ya que no tendría sentido un vídeo estático a cámara lenta. Además, debes saber que cuanto más alto sea el número de fps o fotogramas por segundo, mayor será el espacio que ocupe en el almacenamiento.
En este sentido, pocas veces necesitarás la máxima capacidad de esta herramienta y en gran parte de las ocasiones tan solo utilizarás la que aparece por defecto. Dicho esto, trata de buscar un movimiento fugaz, como puede ser alguien surfeando, un objeto cayendo, un mate en baloncesto o cualquier otra acción que implique un movimiento estético que gane peso con la cámara lenta. Una vez lo tengas listo, puedes convertirlo en GIF para representar el momento en bucle.
Un claro ejemplo es también un mechero encendiéndose, pues podrás apreciar con detalle el procedimiento, así como la chispa procedente de la piedra. Deja rienda suelta a tu imaginación y prueba la cámara lenta en todo tipo de situaciones que creas que pueden ser satisfactorias.