Un pendrive es una herramienta verdaderamente útil para almacenar toda clase de archivos sin ocupar espacio dentro del teléfono. Estos se conectan entre sí a través de un cable USB OTG apropiado para la ocasión, aunque hay que tener cuidado con el que pen que se utiliza, sobre todo, si desconocemos por completo de dónde ha salido.
Puede parecer sacado de una película de hackers, pero nada más lejos de la realidad. Los ciberataques mediante USB están a la orden del día y, pese a que en la actualidad hay métodos nuevos, remotos y más efectivos, las alternativas clásicas siempre perduran y pasan desapercibidas con el paso del tiempo.
Ni se te ocurra hacer esto con el pendrive
Para conectar el teléfono a un pendrive necesitas un cable OTG que conecte el puerto USB del dispositivo externo de almacenamiento con la ranura USB-C del smartphone. En Amazon los puedes llegar a encontrar por menos de 5 euros, así que no hay excusa para ganar algo más de almacenamiento en tu equipo y pasar los vídeos u otros archivos al pen.
Sin embargo, hay que estar seguro de que el USB que vamos a usar no está infectado de ningún virus ni nada por el estilo. Esto es algo muy difícil de comprobar, sobre todo, para el usuario de a pie que desconoce procesos tecnológicos avanzados, pero hay una serie de consejos que puedes seguir para no caer en la trampa.
Lo primero es no usar un pendrive que te has encontrado por la calle, ya sea en la facultad, autobús o en plena calzada. Nadie sabe de dónde ha salido y quién sabe si algún hacker lo ha dejado ahí a traición para capturar los datos personales posteriormente en cuanto lo conectes a tu móvil.
Esto parece poco probable, pero un estudio de 2016 realizado por la Universidad de Illinois reveló que, después de dejar por el campus de la escuela hasta 297 pendrives, casi la mitad de ellos fueron conectados a un ordenador. Un hecho que evidencia el peligro que se pasa por alto a la hora de utilizar esta clase de dispositivos. Además, es importante mencionar que el 9% de problemas de ciberseguridad son culpa de los USB.
Tampoco dejes tu USB en cualquier lado
Seguro que estás acostumbrado a dejar tu pendrive encima de la biblioteca si estás estudiando o trabajando fuera de casa. Pues, déjame decirte que estás cometiendo un gran error por el simple hecho de que alguien puede cogerlo unos instantes e introducir un virus en su interior en cuestión de segundos. Los hackers cuentan con una habilidad increíble para aprovecharse de estas situaciones, así que asegúrate de desconectar el USB del móvil y llevarte ambos contigo.
Estos consejos te ayudarán a permanecer a salvo y aprovechar la baza que supone usar un pendrive con el teléfono. Una alternativa a una tarjeta MicroSD que te permitirá ganar en almacenamiento, pero siempre teniendo en cuenta los posibles peligros que implica y que tú mismo puedes remediar.
Para ello, siempre puedes proteger con una contraseña tu pendrive y nadie obtendrá acceso a su interior. Otra opción pasa por cifrar los datos para protegerlos, aunque esto no te librará de un posible virus. Lo importante es tener cuidado y usar un USB comprado en una tienda para ahorrarte quebraderos de cabeza en un futuro.