La eterna batalla de todos años enfrente a los móviles más potentes de Android contra lo último de Apple. Ahora que tanto el nuevo procesador A14 Bionic de Apple, y el Snapdragon 888 son oficiales, el debate entre cuál de los dos es más potente se hace de nuevo latente. Aún tenemos que ver el primer smartphone comercial que integre el Snapdragon 888, pero eso no evita que ya podemos ver el primer asalto de esta pelea entre dos de los procesadores más famosos del mercado.
No hay duda que el smartphone más potente Android con Snapdragon 888, junto un iPhone 12 con A14 Bionic, ofrecerán el máximo rendimiento en cualquier juego, aplicación o multitarea por agresiva que sea. No obstante, siempre se mide el rendimiento de ambos chips, que casualmente cuentan con la misma arquitectura ARM y han sido basados en un proceso de fabricación de 5nm. Ambos ofrecen la mayor potencia y eficiencia energética vista nunca en Android y iPhone.
Apple toma ventaja
No obstante, el famoso programa de rendimiento Geekbench ha mostrado los resultados de ambos procesadores. Aún no se han lanzado al mercado un terminal con Snapdragon 888, pero sabemos que los móviles más potentes como el Xiaomi Mi 11, o alguna variante de los Galaxy S21 lo integrarán. En este caso, se ha tomado como referencia una prueba realizada con el filtrado OnePlus 9 Pro.
Este terminal ha conseguido 1115 puntos en las pruebas de un solo núcleo, y 3483 puntos en las pruebas multinúcleo. De igual forma, el A14 Bionic de Apple logra 1585 puntos en la prueba de un solo núcleo y 3924 puntos en las pruebas multinúcleo. Recordemos que el Snapdragon 888 es un chip con 8 núcleos, mientras que el procesador de Apple cuenta con seis núcleos.
¿Qué significa esto?
En términos de usabilidad, el iPhone 12 y su A14, consigue un plus más de rendimiento, que puede traducirse en una mayor fluidez en algunos juegos o tareas donde el rendimiento sea puesto al límite. No obstante, recordemos que cada aplicación es creada a la carta para un sistema operativo u otro, por lo que el usuario con un móvil Snapdragon 888 o A14 Bionic, podría no notar apenas diferencia en tiempos de carga etc.. Sin embargo, solo cuando pueda compararse un terminal con lo último de Qualcomm y un iPhone 12, saldremos de dudas.
Hay que tener en cuenta, que más allá de la batalla del rendimiento, donde ambos procesadores van sobrados, se ha puesto el foco en la eficiencia energética, una asignatura más pendiente si cabe. Estas pruebas deben ser tomadas con pinzas, ya que los smartphones Android con Snapdragon 888 pueden ofrecer rendimientos muy dispares, dependiendo del nivel de optimización que logre cada fabricante y el hardware que le acompañe.