Parece que Nokia debería subirle el sueldo al departamento de software que se encarga de preparar las actualizaciones de sus dispositivos, o al menos tomarse con más calma el ponerlas a disposición de los usuarios para así tener un poco más de margen para depurarlas y evitar la presencia de bugs. Vemos muy bien que sea una de las empresas que más interés está poniendo en actualizar su parque de dispositivos, pero no a costa de provocar inconvenientes a los usuarios del Nokia 7 Plus, como ha ocurrido.
Y es que los usuarios de de este dispositivo que habían actualizado a la beta de Android P han visto atónitos como una actualización vía OTA se tomaba la libertad de revertir su smartphones a Android Oreo.
Ya la semana pasada los usuarios del Nokia 6.1 sufrieron importantes problemas al recibir el parche de seguridad de Google del mes de mayo, ya que tuvieron que ver como sus dispositivos se quedaban sin conexión WiFi, algo que creó bastante malestar entre los propietarios de dicho terminal, y el problema que ahora sufre el Nokia 7 plus, también ha dado algún que otro quebradero de cabeza. Os contamos los detalles.
Sabemos que es Android P, pero es que la culpa no es de la beta
El alcance de este error de Nokia no es que haya sido demasiado elevado, ya que solo ha afectado a aquellos propietarios que habían actualizado el terminal a la beta de Android P, pero lo que seguro que estos no esperaban es que los problemas y bugs no provinieran de Android P, sino de una actualización posterior que aparentaba ser el parche de seguridad de junio.
Nokia ha enviado una actualización de 1.3 GB que sin avisar a los usuarios, hacía que su Nokia 7 Plus volviera a funcionar bajo Android 8.1 Oreo. En principio esto podría parecer una cosa sin demasiada importancia, pero lo cierto es que las consecuencias han sido bastante más graves de lo aparentan, ya que al haberse actualizado las aplicaciones del dispositivo para funcionar con Android P, están se bloquean y dejan de responder al encontrarse nuevamente con un sistema operativo anterior no compatible.
Para más inri, el paquete de reversión de Android P tampoco funciona, ya que al tener una antigüedad mayor a la OTA instalada, el sistema no nos dejará instalarlo.
No podemos decir que los dueños del Nokia 7 Plus no hayan sido avisados de que una cosa así pudiera ocurrir, ya que siempre que se instala una Beta se advierte a los usuarios de no realizarlo en su principal dispositivo, pero aun así, tampoco creemos que pudieran prever estos inconvenientes, ya que los problemas no provienen de la beta de Android P, sino de una OTA posterior con unas consecuencias no avisadas.
Para resolver este problema, parece que la única solución pasa por llevar a cabo un reseteo de fábrica a Android Oreo 8.1, ya que no será posible tampoco volver a instalar la ROM anterior con Android P. Al menos el Wi-Fi funciona para poder descargar futuras actualizaciones, una suerte que no tuvieron los propietarios del Nokia 6.1 que ni siquiera habían instalado una Beta.
Si ya de por si os lo decimos siempre en cada artículo que publicamos acerca de nuevas betas de Android P, os lo volvemos a recomendar: No instaléis la Beta en vuestro dispositivo principal a menos que tengáis un segundo smartphone disponible y hayáis hecho una copia de seguridad de vuestros datos. Nunca se sabe lo que puede pasar.