Como en tantas otras estafas, los productos más caros y exclusivos son el centro de atención por parte de los amigos de lo ajeno o de las tramas creadas para estafar al prójimo. Y ha sido el caso de una nueva red que acaba de caer, y que se dedicaba a vender iPhone falsos, que se hacían pasar por teléfonos legítimos.
Como decimos es muy común que las marcas más importantes y con mejor reputación del mercado vean cómo proliferan las copias falsas de sus móviles, como os hemos contado anteriormente con el caso de Xiaomi.
Miles de iPhone falsos vendidos como si fueran legítimos
Ha sido en Estados Unidos donde un hombre de 54 años y origen italiano llamado Rosario La Marca ha sido detenido por liderar una red que vendía iPhone falsos en aquel país, algo que si cabe es incluso más sorprendente que la propia noticia en sí. Este Napolitano ha sido condenado a 37 meses de prisión tras probarse que no sólo vendía iPhone falsos, sino también iPad o iPod. Unos iPhone falsos que tenían origen chino, ya que se fabricaban en aquel país y se entregaban «en bruto» a esta persona en Estados Unidos.
Este hombre invirtió nada menos que un millón de euros en fabricar 40.000 copias falsas del iPhone e importarlas en Estados Unidos. Es especialmente hiriente para Apple que estos móviles se importaran y vendieran en Estados Unidos como cualquier otro teléfono. Estos teléfonos falsos se recibían sin ensamblar desde china, y posteriormente se ensamblaban en Estados Unidos. Posteriormente los logos de la manzana de Apple se introducían en oficinas de New Jersey y Florida.
Como suele ocurrir en este tipo de estafas, los iPhone falsos se vendían a través de Internet, de forma que los compradores no podían comprobar previamente la veracidad del iPhone. Los beneficios de la estafa se enviaban con total sigilo a Italia en cantidades inferiores a los 10.000 euros, con el objetivo de no levantar sospechas entre las autoridades.
El resultado de esta estafa es que Rosario La Marca ha terminado en la cárcel acompañado de otros dos colaboradores, y que la fábrica china ha acudido a los tribunales a demostrar que son inocentes en toda esta trama, y que al fin y al cabo sólo suministraban los terminales desconociendo su distribución final. Una nueva estafa que nos demuestra que hay que andar con mil ojos a la hora de comprar un terminal de gama alta, que debemos descartar comprar en tiendas de dudoso origen.