
Es una pregunta que nos hacen más veces de las que os podéis imaginar, sobre todo quien se compra un terminal como los Xiaomi que vienen con MIUI 8, que es Android pero «no del todo», por así decirlo. Vamos a intentar explicar a continuación las diferencias que existe entre una interfaz o launcher y un fork de Android.
Seguramente para muchos este sea un tema superado, pero para el que se acerca por primera vez a comprarse, sobre todo, un móvil chino como los Xiaomi, se ve sorprendido al recibir un terminal en el que faltan aplicaciones de Google, insistentemente recibe alertas con noticias en chino, etc. La razón es que Xiaomi, entre otros fabricantes, no utiliza un Android «como el que tienen los demás» sino un fork. El resto de fabricantes, sobre todo la inmensa mayoría con vocación internacional, intentan personalizar la experiencia a través de un launcher o interfaz.
Clases y tipos de forks de Android
Un fork no es algo solo propietario de Android. Es un término común den el desarrollo de software e identifica a la creación de un proyecto en una dirección distinta de la principal u oficial tomando el código fuente del proyecto ya existente. Es decir, ¿es Android? Sí… pero con particularidades y se dividen en dos clases, los fork abiertos o cerrados.
Por ejemplo, MIUI de Xiaomi es un fork abierto. Por defecto viene con los servicios de Google desinstalados pero podemos agregarlos y sustituir, o al menos bloquear en parte, los de Xiaomi que propone en su lugar (correo, navegador, etc.). Son las famosas gApps que también podemos instalar en Cyanogen y otras ROMs que podemos instalar mediante rooteo del terminal y, en esencia, como las de Xiaomi, son forks ya que están basados en Android pero con más o menos servicios.
Precisamente el ejemplo de Cyanogen nos viene muy bien, ya que es la diferencia entre Cyanogen OS y CyanogenMod. El primero es un Android con todas las de la ley, certificado por Google y el segundo es un fork abierto, al que le podemos instalar las gApps y las cApps manualmente, pero es plenamente compatible también con los servicios de Google y las aplicaciones Android de Google Play.
Por el contrario, existen otros forks de Android que son cerrados. Los ejemplos más recientes son el sistema operativo de los tablets y smartphones de Amazon con su Fire OS o la ya extinta Nokia con los Nokia X y el particular Android que llevaba con los servicios de Microsoft. Es Android, pero no es compatible nada más que con las apps que hay en la tienda de Amazon o las que tenía Nokia. No hay forma en ellos de utilizar el software para Android – aunque siempre la esfera del root se busca la forma de hacerlo.
¿Tienen algo malo los forks?
En esencia no tienen ningún problema. Son software estable y avalado por compañías que se cuidan mucho de mantenerlos a punto para sus clientes. Eso sí, si hablamos de móviles chinos, hay que tener en cuenta que ellos piensan solo en las leyes y clientes de su país y poco en los de fuera. Es el caso por el que hay que tener cuidado con las ofertas de Xiaomi o Meizu, dado que si compramos una versión «china» y no «internacional» de sus equipos, no vendrán con el idioma español, por ejemplo.
Otro problema de estos forks abiertos, como el caso de Xiaomi, es que si bien es posible añadir los servicios de Google, resulta casi imposible librarse del bloatware de la marca y, por tanto, es posible que nuestros datos estén volando hacia China sin remisión. Para que veáis un ejemplo, un usuario de nuestro foro nos ha ofrecido este vídeo en el que se ve la cantidad de datos que envía un Xiaomi a los servidores de la compañía mientras está funcionando.
En este sentido, al ser un Android que se crea sin la intervención ni la certificación de Google, llevan un ritmo de desarrollo diferente y, habitualmente, no ofrecen rápidamente sus actualizaciones a las nuevas versiones de Android tan rápidamente. Al mismo tiempo, puede ocurrir que tengamos que instalarlas manualmente ya que no tengan contemplado una actualización mediante OTA.
Interfaz o launcher
El interfaz o launcher es ya otra cosa diferente. Nombres como el EMUI de Huawei, TouchWiz de Samsung o el Nova Launcher, quizás la propuesta independiente de más renombre, simplemente cambian el aspecto pero no modifican el sistema operativo que tienen los smartphones que lo portan de forma tan profunda. Es decir, son simplemente una opción estética y de interacción con el sistema que podemos cambiar tantas veces como queramos.
Volvemos a repetir, no es que los forks sean malos y las interfaces buenas – hay algunos launchers directamente para boicotear a algunas marcas y forks absolutamente brillantes -. Son diferentes pero siempre es bueno tener claro qué estamos comprando para no llevarnos sorpresas cuando nos llega ese móvil chino tan barato que hemos comprado o de esa marca que nos ha recomendado nuestro cuñado y nos encontramos con este tipo de temas.