La realidad virtual está consiguiendo que algunas viejas ideas que parecían en desuso vuelvan con fuerza, al menos para ver si existe una segunda oportunidad tras la edad dorada (ascenso y caída) de nombres tan legendarios como Second Life. Pero es imposible obviar que la revolución VR a la que estamos asistiendo en este año 2016 tiene mucha culpa de este revival de viejos conceptos.
Charlas apacibles en el espacio
vTime se ha convertido en la primera red social que llega al entorno de la realidad virtual y que lleva disponible para las Samsung Gear VR desde el mes de diciembre pasado. Eso sí, los creadores de esta aplicación ya han avanzado que tendrán listas versiones para Google Cardboard y smartphones, en los próximos tiempos.
Esta red social virtual básicamente lo que nos permite es añadir amigos, gestionar a nuestros preferidos y mantener charlas con ellos en un total de 12 entornos distintos. Desde el espacio exterior hasta una playa, pasando por el Polo Norte, la cara escarpada de una enorme montaña o en la cabina de pasajeros de un avión privado a miles de metros de altura.
Como os decimos, esta vTime pretende ser la red social de la revolución virtual, pero también del mundo normal ya que sus creadores han avanzado que funcionará en otros móviles sin necesidad de conectarlos a unas gafas VR como las que Samsung viene vendiendo desde hace algunos años.
Galaxy S7, el impulsor de la VR
Aunque Samsung lleva vendiendo gafas de realidad virtual desde los primeros meses de 2015 (para el Galaxy Note 4), ha sido con la campaña de lanzamiento de los nuevos Galaxy S7 y Galaxy S7 edge que de verdad millones de usuarios se han enterado de su existencia y van a tener acceso a una plataforma que no solo promete entretenimiento y juegos, sino todo un catálogo de ofertas de ocio como cine, música, conciertos, obras de teatro o espectáculos deportivos. Y también redes sociales.
La llegada de esta primera red social virtual era algo que estaba más que cantado y de la que falta comprobar si de verdad hay un mercado esperando. Desde luego, si hay algo que ofrecen unas Gear VR, o unas Cardboard, para este tipo de aplicaciones es intimidad. Y esa podría ser, sin duda, una baza a favor para hacer del aspecto social un punto determinante en el éxito de la realidad virtual.
¿O creéis que no?