Vamos a empezar sin rodeos, Apple acaba de presentar sus resultados trimestrales más preocupantes en años, y ni la llegada de un nuevo modelo de iPhone, ni el lanzamiento de su primer wearable han conseguido alcanzar las, por otra parte, exigentes previsiones de la compañía. El último trimestre ha dejado un ligero aumento del beneficio del 1,9%, hasta ascender a los 18.400 millones de dólares, batiendo el récord del año pasado, pero estas cifras también suponen un menor crecimiento de ingresos en los último años.
No obstante se esperaban unas cifras bastante menos halagüeñas, ya que a lo largo de este trimestre Apple ha sufrido la pérdida de casi 200.000 millones de dólares de valor en bolsa en los últimos meses, lo que ha supuesto que, por primera vez en la historia, Google haya conseguido superar a la compañía. Apple se queda ahora en un valor de unos 360.000 millones de euros mientras que Alphabet (el nuevo Google) alcanza los 390.000.
Los últimos resultados parecen indicar que Apple ha tocado, o está a punto de tocar techo, con el iPhone, y es algo que debe destacarse tratándose de una compañía con una dependencia tan extrema de un sólo producto: El smartphone sigue siendo a día de hoy su principal línea de negocio, suponiendo más del 60% de los beneficios de la marca, a pesar de contar en el mercado con un amplio catálogo de dispositivos.
Eso sí, Tim Cook ha saltado a la palestra para indicar que este crecimiento tan ligero se debe al comportamiento del dólar de forma global, motivo por el cual han tenido que incrementar sus precios en varias regiones del mundo.
El problema del iPhone 6S
De esta manera Apple está entrando en un terreno peligroso, al basar su sostenibilidad en una sola línea de producto que ahora empieza a dar señas de debilidad. El iPhone 6S tiene desde hoy el dudoso honor de ser el smartphone de la marca con el que la compañía ha reducido su margen de beneficios, y el fabricante debería preocuparse de potenciar otros productos para salir del radio de acción de esta extrema dependencia..
Estos resultados trimestrales nos dejan el titular de que las ventas del iPhone pierden fuerza, ya sea por culpa del mercado chino, por poco interés de los usuarios o por culpa de la propia compañía, que no ha sabido apotar ese «plus» tan característico del fabricante al iPhone 6S.
Aunque quizá sería poco elegante culpar únicamente al último smartphone de Apple de sus actuales resultados trimestrales, ya que otros productos menores del fabricante, como el Apple Watch, no han obtenido el apoyo del público esperado, de hecho de nuevo no aparece en los resultados de la compañía.
Ni siquiera el iPad logra apoyar al iPhone, ya que presenta una caída del 21% en ingresos. El nuevo iPad Pro es incapaz de apoyar estas cifras ya que las ventas del dispositivo ni siquiera suponen un 1% del total registrado por Apple en estos resultados, teniendo en cuenta que el terminal salió a la venta en noviembre.
Ligera caída en las acciones de Apple
Las acciones de la compañía marcaron un máximo histórico en mayo de 2015, con el iPhone 6 gozando de un éxito sin parangón, sin embargo, desde entonces los bonos no han dejado de descender, pese a una ligera remontada producida tras la presentación del iPhone 6S. Antes de la presentación de los resultados trimestrales de la compañía las acciones cotizaban alrededor de los 101 dólares, pero estos últimos minutos su valor ha descendido.
A la hora de escribir estas líneas, la respuesta de los inversores ante los resultados trimestrales de Apple ha sido menos catastrófica de lo esperado, y el valor de los títulos de la compañía se ha situado por debajo de los 100 dólares.
Habrá que seguir de cerca los movimientos bursátiles de la compañía en los días posteriores a la presentación de estos resultados y ver si la confianza de los inversores sigue apoyando a la, hasta hace unos días, mayor empresa del globo o, por el contrario, Apple añade pánico en un mercado en situación negativa desde hace meses.
El iPhone 7 al rescate
Apple es una de esas compañías que rara vez dan su brazo a torcer, por lo que es más que probable que estos datos, ahora oficiales, no vayan a cambiar la estrategia de la compañía a corto plazo. Sin embargo, ahora que Steve Jobs está tan de moda gracias al estreno de su último «biopic» quizá sea hora de echar la vista atrás y volver a la senda donde la innovación era la seña identidad de una marca necesitada de un golpe de efecto urgente.
Si en algo estamos de acuerdo los diferentes miembros de la redacción de MovilZona es que estamos ante un punto de inflexión para la compañía, ya que si las ventas del iphone siguen este proceso de ralentización podría suponer un grave problema para Apple.
En las últimas presentaciones de los de Cupertino hemos advertido como muchas de las novedades implementadas en los smartphones de la compañía (y nos referimos únicamente a smartphones al ser la base de negocio) dejaban a los usuarios con ganas de más, hasta el punto de que la campaña de marketing del último iPhone 6S empleaba los argumentos de los clientes decepcionados con el terminal.
Apple tiene en su mano convertir al próximo iPhone 7 en su nuevo caballo ganador, aunque quizá es demasiado tarde para reaccionar a estos resultados y, es probable, que el año que viene la marca aproveche el décimo aniversario de la presentación del primer iPhone, para revertir estos, por el momento, pesimistas resultados.
Apple obligado a mover ficha
Pese al aparente fracaso del Apple Watch para la marca, no es menos cierto que se trata de uno de los wearables más vendidos del año pasado, por lo que varios analistas apuestan por el complemento de Apple para apoyar las cuentas de la compañía en los próximos ejercicios de manera mucho más activa.
No hay que olvidar que estamos hablando de una empresa dada por muerta en anteriores ocasiones y que hoy por hoy todos sabemos lo que significa, por lo que Apple podría poner en liza diferentes productos que vinieran a suplir las posibles deficiencias en ventas de los próximos teléfonos del fabricante.