Los smartphones y tabletas con pantallas AMOLED podrían convertirse el próximo año en la nota predominante en el mercado internacional. Lo dice un estudio que toma la inminente reducción del coste de este tipo de pantallas como el detonante para que los display de Samsung se impongan definitivamente al LCD. Sin duda, un aliciente extra para que Apple, a tenor de los últimos rumores, de el paso hacia este tipo de paneles orgánicos.
El debate está servido. Mientras que las pantallas OLED han tenido desde sus inicios sus defensores y detractores a consecuencia de la reproducción de tonos saturados y blancos con un color ligeramente azulado, las pantallas LCD se colocaban como la alternativa más económica, que a su vez ofrecían tonos más naturales y altos niveles de brillo. Sin embargo, el próximo año los paneles Súper AMOLED fabricados por Samsung pueden colocarse como la principal alternativa de un mayor número de marcas de teléfonos y tabletas.
Mayor producción, menores costes
El motivo habría que buscarlo en la inminente reducción de costes de este tipo de pantallas. Según un estudio de una compañía china, Samsung –el mayor productor- y el resto de fabricantes con línea de producción para este tipo de display serán capaces de reducir el coste de los mismos en torno a un 20%. De este modo se reduciría la diferencia respecto al precio marcado para los paneles LCD, por lo que el sobrecoste ya no será motivo para excluir este tipo de pantallas de un buen número de equipos. Esta bajada de precios sería producto de la amortización y aumento de producción de las nuevas fábricas construidas por la firma asiática durante los últimos años. De este modo no solo será un modo de que las marcas ahorren costes, sino que de alguna manera pueda verse reflejado del mismo modo en el precio final de los equipos con este tipo de pantallas.
Precio, colores y Apple
Una consecuencia directa de esto es que un mayor número de fabricantes se pueden ver tentados para incorporar este tipo de paneles en sus nuevos modelos a partir del próximo año. Por tanto, este abaratamiento puede implicar una mayor expansión de este tipo de paneles y, por consiguiente, que los smartphones y tabletas con pantallas AMOLED empiecen a ganar terreno a aquellos que hasta ahora habían apostado por paneles LCD IPS. Por lo pronto, un gigante en proceso de crecimiento como es Huawei adoptará gradualmente esta solución en sus dispositivos, como ya ha hecho en el Huawei Mate S– algo de lo que también ha tomado nota Oppo.
De hecho, el desembarco de las pantallas Super AMOLED al feudo de Apple para equipar sus iPhones a partir de 2018 -según apuntan los incesantes rumores- puede ser el detonante final para que los display de origen orgánico se impongan definitivamente. Además, si a esto sumamos que el rechazo que causaba a cierto tipo de usuarios el color ofrecido por los paneles AMOLED va a menos ya no será tan marcado -los propios smartphones, especialmente los Samsung Galaxy, ya disponen de un apartado de ajustes en los que se puede configurar el tono del color para adaptarlo al gusto del cliente- es otro motivo para eliminar una traba más que impedía que las pantallas AMOLED se impusieran.