Si no puedes vencer al enemigo, le compras, y si no, le copias. Esta modificación del dicho nos vale para definir a Slingshot, el programa de mensajería efímera creado por los laboratorios de Facebook para hacer frente a Snapchat. La compañía de Mark Zuckerberg trató de comprar esta startup que se resistió rechazando una oferta de 3.000 millones de dólares, un montante desorbitado en comparación con el valor y beneficios de la compañía que pretendían adquirir.
La aplicación, que de momento sólo está disponible para Android y iOS en Estados Unidos, mantiene la misma esencia que su competidor. Según el propio blog de Slingshot se trata de “fotos y videos que no permanecen para siempre, permitiendo compartir lo más expresivo, crudo y espontáneo”. Una especie de ‘carpe diem’ digital que la compañía define como un espacio donde compartir momentos cotidianos con mucha gente al mismo tiempo.
Dejemos lo bucólico a un lado y centrémonos en lo práctico. En Slingshot tienes la posibilidad de escribir texto, hacer una fotografía, o grabar un video para compartirlo. Pasado el tiempo este contenido desaparecerá. La característica diferencial de Slingshot es que la persona destinataria del contenido sólo podrá verlo si envía algo a cambio. Las fotos o videos que se envíen podrán ser editadas con texto, dibujos hechos a mano y compartirlos con una persona, un grupo o con todos tus contactos de Facebook o Instagram.
Con Slingshot se terminó aquello de ser un simple espectador pasivo en una interminable cadena de mensajes. Aunque la aplicación genera dudas. ¿Cómo responder a un contenido sin saber de qué se trata el mismo? ¿Cómo reaccionarán los usuarios ante la incógnita de no saber (al contrario de lo que pasa en Whatsapp) si sus destinatarios han leído el mensaje? Serán los usuarios quienes dicten sentencia ante este nuevo intento de Facebook de dominar la mensajería instantánea, algo que se le sigue resistiendo.
El público adolescente sigue siendo el principal foco para este tipo de aplicaciones. Mantener conversaciones privadas que se autodestruyen puede ser lo más deseado en según qué ámbitos, aunque también es cierto que, al contrario que en Estados Unidos, en España este tipo de aplicaciones no han conseguido ser un auténtico fenómeno de masas. ¿Lo conseguirá Slingshot?
Fuente: Softzone