El experto en biométrica, Geppy Parziale, comenta los problemas que debería resolver Apple para hacer funcionar eficazmente de forma duradera el supuesto sensor de huella dactilar del iPhone 5S, un aspecto en el que, según el especialista, ningún otro fabricante de dispositivos portátiles han tenido éxito aún.
Mucho se lleva hablando del sensor de huella dactilar de Apple. Ha sido una de las apuestas recurrentes en casi todas las quinielas desde hace varias generaciones de smartphones de Cupertino pero los indicios apuntan a que será finalmente el próximo iPhone 5S el que lo estrenará.
Después de conocer su patente o los indicios en los archivos de iOS 7 beta 4, la duda es ¿y para qué lo querrá usar Apple? La respuesta obvia es para la identificación del usuario, ya sea para pagos online o como método de gestión de perfiles en un dispositivo, pero esto levanta muchas otras preguntas más ¿cómo funcionará, será duradero, que tecnología esconde? Para responder a todas estas cuestiones Geppy Parziale, un experto en biométrica con más de 15 años de trayectoria, comparte en InvasiveCode sus impresiones al respecto.
Geppy cree que Apple optará un dispositivo basado en un escáner de huella dactilar en lugar de una versión «sin contacto», es decir, que requiera de una serie de lentes y un sistema de iluminación para registrar la marca del dedo del usuario. Esto, según el experto, presenta un problema ya que con el uso constante, se deterioraría con el tiempo y podría llegar a dejar funcionar. «Los fabricantes de escáner de huella dactilar no han logrado resolver completamente estos problemas. Es por eso que no se han generalizado los detectores de huellas en portátiles, coches, edificios, etc. Sólo pueden intentar hacer que el escáner dure algo más, pero tarde o temprano dejará de funcionar correctamente. Motorola, Fujitsu, Siemens y Samsung han intentado integrarlos en sus dispositivos portátiles, pero todos han fallado por la pobre durabilidad de la superficie del mismo.»
«Para evitar esto, durante el proceso de fabricación, la superficie del sensor debería recubrirse, como sucede con la pantalla del iPhone, con algún tipo de material plástico como la silicona» añade Geppy. El problema, es que esta capa protectora debe ser más fina en el caso del sensor que en el de la pantalla dado que, en caso contrario, podría impedir el funcionamiento del sensor. Y es que podría impedir que se detectaran los electrones del cuerpo al contacto con el marco metálico, como se ve que llevará el sensor en la patente del mismo antes enlazada, y por lo tanto no se activaría el proceso de reconocimiento de la huella dactilar.
A la luz de todos estos datos es difícil imaginarse cómo ha solucionado Apple toda esta problemática. Un dispositivo del que depende el pago o como forma de desbloquear el smartphone, es decir, algo a lo que se va a dar un uso intensivo, no puede ser que no funcione al 100% durante todo el tiempo. Y lo peor es que parece que esto, con la tecnología actual según afirma Parziale, no es posible.
Esto nos llevaría a pensar, dado los estándares de calidad de Apple ¿qué podría saber Apple que los demás desconocen? Es difícil saberlo y habrá que esperar al próximo mes de septiembre para ver si los de Cupertino pueden triunfar donde parece que todos los demás han fallado.