Desde el mes de septiembre, momento del lanzamiento del iPhone 5, y con 10 meses por delante desde este momento, Apple tendrá que preparar un nuevo terminal inteligente que sea capaz de superar, en diseño y prestaciones, a su predecesor. El iPhone 6 –o 5S– debería implementar prestaciones de las que ahora carece el iPhone 5 y que están marcando la tendencia actual en el mercado de las comunicaciones móviles.
La primera prestación que se echa de menos en el iPhone 5 es la tecnología NFC (Near Field Communications). Además de los pagos a través del móvil, este sistema permitiría compartir archivos con otros dispositivos de manera muy sencilla (más que con Bluetooth) o leer etiquetas para obtener determinados contenidos. De momento, Apple parece haber apostado por su propia tecnología vía Passbook, que es mucho más limitada, ya que el NFC ha sido adoptado como estándar por el resto de fabricantes.
El segundo elemento que Apple debería mejorar es la capacidad de almacenamiento. Aunque el iPhone 5 ya cuenta con tres opciones de serie (16, 32 y 64 GB), el problema de los iPhone es que no tienen manera de aumentar su memoria de una forma física, es decir, a través de tarjetas micro SD (aunque sí a través de iCloud). Hay quien sueña con una versión de 128 GB.
Otro elemento que podría introducir un futuro iPhone es la seguridad biométrica, basada en el aprovechamiento de la huella dactilar, como sustituto de las actuales medidas de seguridad apoyadas en el uso de contraseñas.
Más prestaciones para el futuro iPhone 6
En muchas páginas hemos leído que el próximo iPhone, ya sea 5S o 6, tal vez debería aumentar su pantalla. A pesar de que el iPhone 5 ya lo ha hecho (de las 3,5 a las 4 pulgadas), todos los rivales le superan en este punto y no parece ser un elemento que frene las ventas para lo cual tenemos ejemplos de sobra: Galaxy S III de 4,8 pulgadas, Galaxy Note II con 5,5 pulgadas o HTC Droid DNA de 5 pulgadas.
Junto con este cambio de aspecto, el iPhone 6 debería incluir la posibilidad de carga inalámbrica, como ya han introducido terminales como el Nokia Lumia 920. El estándar actual más conocido para este tipo de carga es Qi de Wireless Power Consortium (WPC) que está presionando para que los fabricantes integren su chip en los futuros smartphones. De momento, no parece que este punto sea una realidad a corto plazo, al contrario, Apple ha apostado por el tipo de conexión Lightning exclusiva que encima, nos obliga a tener un adaptador para usar antiguos accesorios.
Además de todas estas novedades, es necesario que los futuros equipos retoquen algunos elementos que ya van mejorando en cada versión de iPhone pero que tienen que seguir evolucionando: la vida útil de la batería, un procesador más potente capaz de manejar gráficos en 3D, la optimización de aplicaciones como Mapas o el asistente personal por voz Siri, y la interfaz de usuario. Este último punto tiene bastante que ver con la idea original de Apple cuando creó iOS. El sistema estaba pensado para que manejar un terminal inteligente con pantalla táctil fuera muy fácil para cualquier usuario. Pero esto hoy forma parte del pasado y los smartphones ya no son algo exclusivo de un reducido grupo de personas, sino que su uso está plenamente extendido. Con el iPhone 6 Apple debería volver a sorprendernos.