Los smartphones cada vez son más potentes, algo que ha motivado un notable desarrollo de la parte multimedia de estos. En particular, la cámara ha experimentado tal mejora que incluso sirve para filmar películas, como ha sucedido con Olive. El largometraje, que incluso puede ser nominado para los Oscar, ha sido grabado íntegramente con un Nokia N8, hoy por hoy el terminal con la mejor cámara digital del mercado.
No es la primera iniciativa de este tipo en el mundo del cine. En cantidad de ocasiones hemos podido ver cortos grabados con una gran variedad de modelos. Nos viene a la cabeza el caso del iPhone 4, que ha sido utilizado en más de una ocasión. Tampoco debemos olvidarnos del LG Optimus 3D que, en cooperación con National Geographic, se han realizado documentales en tres dimensiones.
Un Nokia N8, una óptica de 35 milímetros y un trípode
Sin embargo, el caso que nos ocupa hoy tiene una peculiaridad. Hooman Khalili, un locutor de radio en San Francisco, ha sido el primer director en grabar una película en su totalidad, que no cortometraje ni pequeños fragmentos de vídeo, con un teléfono móvil. El modelo usado, tal como os adelantábamos en el encabezado, es el Nokia N8. El smartphone de la finlandesa, a pesar de llevar en el mercado más de un año, aún es considerado el terminal con mejor cámara, por lo que intuimos que es una de las razones que han llevado a Hooman a elegirlo como herramienta de trabajo. Aunque no graba vídeo en calidad FullHD, su óptica de calidad certificada por la firma Carl Zeiss y su lente gran angular son características de peso para optar por el modelo. Además del teléfono Nokia, el director ha utilizado un grupo óptico de 35 milímetros para aumentar la profundidad de campo y un trípode para garantizar un resultado más profesional.
Un gran resultado
La película, Olive, centra la historia en una niña de 10 años que, sin mediar palabra en el transcurso de la misma, transforma la vida de tres personajes que intentan adaptarse al estilo de vida de EEUU. La obra está nominada a los premios Oscar y ha sido posible gracias a la financiación de Chris Kelly, un ejecutivo de Facebook, y William O’Keeffe, éste último de forma desinteresada. El presupuesto final ha sido de 500.000 dólares. El largometraje se estrena esta misma semana, el viernes, en el teatro Laemmle Fallbrook de Los Ángeles. Sin duda, un ejemplo de las amplias posibilidades que nos brindan en el día a día los actuales smartphones. ¿Hasta dónde llegaremos? Os dejamos con un pequeño fragmento de la película.