Steve Jobs, el hasta ahora CEO de Apple. El mandamás de la empresa de la manzana mordida y quien ha conseguido llevarla hasta lo más alto. Un visionario como pocos, que ha tenido a bien revolucionar el mercado con iPods, iPhones e iPads. Pues bien, detrás de todo este éxito, detrás de toda esta visión de mercado, se esconde una persona al fin y al cabo, y los empleados de la compañía de Cupertino han querido hablar para Fortune acerca de su CEO, para aclarar como es y como se comporta realmente dentro de la empresa.
Algunos empleados lo tildan de una persona dura, incluso pudiendo llegar al nivel de cruel. Es obvio lo que Apple cuida y mima sus productos antes de que salgan al mercado. Como intentan cuidar hasta el más mínimo detalle para que nada pueda ensuciar la imagen de Apple, y todo parezca sencillo para el usuario y no surjan fallos ni errores inesperados que puedan causar un descenso de las ventas. Pero en el verano de 2008, cuando se presentó una versión de iPhone, junto con el servicio MobileMe, que pretendía dotar a los terminales de Apple, de un servicio de correo similar al que disfrutaban los usuarios de BlackBerry, MobileMe resultó ser un producto inacabado y con numerosos fallos que irritaron enormemente a Jobs.
MobileMe, el ejemplo
Citó a todo el equipo responsable del proyecto MobileMe en un auditorio. Entró en la sala y lanzó una pregunta, a priori, simple: “¿Alguien me puede decir que se supone que debería hacer MobileMe?”. Y tras obtener una respuesta que exponía las cualidades del servicio, añadió: “¿Entonces porque demonios no hace eso?”. Esta experiencia la relató uno de los integrantes del equipo de MobileMe citados en dicho auditorio, a Fortune. Tras esta reunión, Jobs cambió al responsable del equipo MobileMe.
Top 100
Según la publicación, Jobs guarda tal secretismo alrededor de sus nuevos productos, o sus nuevas estrategias, que podría considerarse al nivel de la CIA. Dentro de la compañía existe un grupo privilegiado de personas denominadas el Top 100. Estas personas son citadas en un lugar no especificado formalmente, para mantener unas reuniones de tres días, en las que informarles acerca los objetivos de la empresa. Estas reuniones son consideradas tan importantes y secretas, que a los participantes no les está permitido anotar las fechas en sus calendarios, o incluso conducir hasta el lugar de la reunión.
¿Futuro incierto?
Está claro que un dirigente de una compañía tan fuerte y de la que se espera tanto como Apple, necesariamente tiene que ser así de estricto, y puede que en esta rigidez de formas radique parte de la magia que rodea a Jobs. Es por eso que no sabemos que podríamos esperar de la marca sin Jobs liderando sus filas. Aunque es de suponer que ya habrá dejado más que atado su sucesión en alguien que él considerara apto para tal cargo.