iPhone 4G: Foxconn sube el sueldo a sus empleados para frenar el alto índice de suicidios
Foxconn, conocido fabricante taiwanés encargado de la fabricación del iPad y iPhone 4G, empieza a tomar medidas ante ola de suicidios protagonizados en el último año. Tanto ha sido el ruido que ha generado el conflicto que se ha visto obligado a mejorar las condiciones económicas de sus trabajadores ante la presión internacional.
El alto índice de suicidios que está teniendo lugar en las instalaciones que el fabricante tiene en la ciudad china de Shenzhen ha hecho que los directivos de la empresa empiecen a tomar medidas.
Aumento de sueldo
Ante medidas tan poco efectivas como la contratación de monjes budistas para ahuyentar los espíritus de la fábrica de Foxconn (muchos empleados creen que las instalaciones están malditas), el vicepresidente y portavoz de Hon Hai Precision Industry, empresa matriz del grupo, Edmund Ding, ha anunciado una medida compensatoria para los empleados de Foxconn en forma de aumento en el salario base, que oscila en torno al 20% y variará en función del área en la que el empleado esté especializado. Así, a pesar de que el gigante taiwanés paga a sus empleados el salario mínimo estipulado en China, en torno a los 112 euros, estos se verán recompensados con un aumento extra. Según los directivos servirá para frenar los incesantes suicidios que han tenido lugar el último año ya que será una forma de motivar moralmente a sus obreros. De momento, no ha transcendido la fecha a partir de la cual se verá reflejada la subida salarial.
Apple
Uno de los principales clientes de Foxconn es Apple. Los de Cupertino pueden haber tenido mucho que ver en la medida, ya que los últimos acontecimientos han trascendido demasiado en la prensa a nivel mundial y empezaban a salpicar la imagen de marca de los californianos, y que según se ha podido saber, la multinacional estadounidense paga en torno a 11,2 dólares por cada unidad de iPad ensamblada.
La infiltración
El rumbo de Foxconn se ha visto condicionado por la reciente infiltración de un periodista en las instalaciones del fabricante taiwanés durante 28 días para estudiar el por qué de los sucesivos suicidios, donde pudo comprobar in situ las condiciones en las que trabajan los obreros. Las largas e interminables jornadas laborales, la rutina de las cadenas de montaje, la dura disciplina y las presiones a las que son sometidos son algunos de los motivos que causan estrés y trastornos mentales a muchos de los más de 400.000 trabajadores de la planta de Shenzhen y que en ocasiones acaban en tragedia. El modus operandi habitual de las personas afectadas tienen un denominador común: arrojarse al vacío desde las ventanas o en última instancia, se cortan las venas.