No siempre contaremos con la mejor conexión del mundo en nuestras casas, por suerte, si tienes un móvil viejo por tu casa, ya es hora de quitarle el polvo y utilizarlo para mejorar la cobertura Wi-Fi de tu router. Aunque no será lo más sencillo del mundo, lo cierto es que no nos será tan complicado como nos hubiéramos podido imaginar en un principio.
Para conseguirlo, llegaremos a transformar un dispositivo móvil en un repetidor Wi-Fi, e incluso, tendremos la posibilidad de que actúe como Puente Wi-Fi. No obstante, esto último dependerá en gran medida del software propio de nuestro teléfono. Además, una de las mejores noticias que os podríamos dar es que servirá cualquier smartphone, es decir, no necesitaremos que tenga un hardware específico o que tenga acceso root. Por tanto, estas serán todas las opciones que tendréis disponible, y también os explicaremos para qué deberíais usarlo y sus posibles desventajas, ya que no todo serán beneficios.
Para qué usarlo
La principal ventaja de utilizar un teléfono móvil es que conseguiremos ampliar la señal inalámbrica de la conexión Wi-Fi que queramos. Es decir, si la señal es débil en algún punto de nuestro hogar, al configurarlo como repetidor nos podremos conectar a él como si fuera un router más.
Aunque, no es el único beneficio por el que deberíamos utilizarlo, ya que no nos supondrá un coste extra para nuestro bolsillo. Siempre y cuando tengamos un smartphone antiguo por nuestra casa. Además, comprar este apartado tampoco será barato.
En un principio podría haberte parecido hasta inútil utilizarlo con esta finalidad, pero si sabemos cómo hacerlo, lo cierto es que contaremos con grandes ventajas. Eso sí, deberemos colocarlo en una buena ubicación, ya que de nada servirá colocarlo en un lugar de la casa en la que la conexión sea rápida.
Aunque no solo se podrá utilizar para el router de nuestra casa, sino también para ciertas conexiones, como la de los hoteles o aeropuertos que solo permiten conectar un dispositivo. Por lo que, al establecer el teléfono como repetidor, podríamos llegar a emparejar muchos más dispositivos.
Cómo se usa
Todos los dispositivos móviles nos suelen permitir la posibilidad de Anclaje de red, Punto de acceso personal o Zona Wi-Fi, es decir, compartir vía Wi-Fi nuestra conexión de banda ancha de los datos móviles con otros dispositivos, actuando nuestro teléfono como punto de acceso de una conexión inalámbrica.
Sin embargo, en otros dispositivos móviles también contaremos con la opción de compartir directamente la red Wi-Fi a la que estamos conectados, actuando nuestro smartphone como si fuera un repetidor de la red principal inalámbrica. Por tanto, os enseñamos las diferentes maneras de configurar un smartphone como un repetidor de esta conexión inalámbrica.
Desde sus ajustes
Ya os avisamos que en el caso de los iPhone necesitaremos activar sí o sí los datos móviles para poder habilitar la función de Punto acceso personal. Además, el lado negativo de iOS es que no utilizará directamente la conexión inalámbrica cuando se conecte cualquier dispositivo a nuestro iPhone, sino que empezará a utilizar los datos móviles. Por lo que no podremos usar un teléfono de la manzanada mordida para ampliar la cobertura del router de nuestro hogar.
Sin embargo, en los teléfonos Android sí que podríamos llegar a contar con esta posibilidad desde sus propios ajustes. No solo dependerá de la versión del sistema operativo del smartphone, sino también de la propia capa de personalización. Por ello, deberemos ir a los ajustes de nuestro teléfono > Conexiones y buscar la opción de Anclaje de red, Zona Wi-Fi o Puente Wi-Fi. Lo más habitual será contar con alguna de las dos primeras opciones, ya que la última es menos habitual en los móviles.
Una vez activada esta opción, por ejemplo, nosotros lo hemos realizado con un móvil Samsung, tendremos que establecer tanto el nombre de la red (SSID) como la contraseña. De hecho, vamos a poder realizar esta misma configuración en cascada, es decir, que nos irá dando el teléfono los pasos a seguir si es la primera vez que lo vamos a configurar.
Con una aplicación
Sin embargo, como ya hemos visto, no todos los teléfonos en la actualidad nos dejarán compartir directamente la conexión inalámbrica, por lo que usarán los datos móviles del teléfono. Algo inviable, ya que la ventaja que queremos aprovechar es que aumente la conexión Wi-Fi del router. Por tanto, para conseguir nuestro objetivo deberemos acudir a una aplicación de terceros.
En el caso de Android os traemos la app Wi-Fi Repeater. Además, estamos ante un software gratuito que encontraremos en la tienda de Google, por lo que os la dejamos en el siguiente enlace:
Después de instalarla, deberemos abrirla y concederle los permisos que nos solicite. Luego, tendremos que pasar a tocar en el icono de la conexión inalámbrica. Tras esto, deberemos ver que, en la parte superior, junto al icono, se muestra un código QR que deberemos usar para conectar otro dispositivo. Aunque, si no puede leer estos códigos, siempre podrás acceder manualmente introduciendo la clave que viene debajo. No obstante, tendrá que cambiar el apartado Proxy a manual. En cambio, para los teléfonos iPhone no hay una app en concreto que nos facilite esto.
Sus desventajas
Si al principio os mostramos las distintas ventajas que nos supone configurar un smartphone como repetidor de la conexión inalámbrica del router, lo cierto es que también contaremos con una serie de desventajas.
Una de las primeras que nos podremos encontrar a la hora utilizar tu teléfono como hotspot es la velocidad que nos aportará, más que nada porque será mucha más lenta que la del propio router o un repetidor de verdad. Por lo que contaríamos con una velocidad de conexión lenta o de baja cobertura.
Otro de los contras es el consumo elevado de batería, por ello, desde un principio ya os habíamos recomendado usar un smartphone viejo que tuvierais por casa, ya que al estar las 24 horas del día activo necesitará estar conectado a la corriente eléctrica como si fuera un router más. Además de que solo lo podríais utilizar continuamente para lo mismo.