Mensaje para Google y Apple: las actualizaciones no evitan que un móvil envejezca

Desde hace dos años utilizo un Google Pixel 6 Pro a tiempo completo y esto me ha servido para poder evaluar y sacar mis propias conclusiones sobre como envejecen los teléfonos. En los últimos tiempos las empresas en el mundo Android han conseguido pasar a ser más recomendadas frente a Apple por su tiempo de vida prometido a través de las actualizaciones. Sin duda alguna están siguiendo la estela de los iPhone, las firmas como Google parecen haberse enzarzado por conseguir la mayor durabilidad.
Aunque no debemos fijarnos solo en ese detalle, el de los años de actualizaciones para saber cómo pasa el tiempo por un terminal que usas a diario.
Hay muchos aspectos que pueden terminar por convertir una compra en un primer momento buena, en una total desilusión con el paso de los meses. Entre los aspectos claves están las baterías, son las que más quebraderos de cabeza suelen dar y no es diferente al hablar de los teléfonos de Google o de Apple, pues poco a poco personalmente he ido comprobando que la autonomía pierde sus grandes cualidades.
La batería y otros perjudicados con el tiempo
No es la primera vez que hablo sobre la importancia de las baterías en los teléfonos móviles, podríamos decir que se trata del tema tabú en los terminales durante los últimos años. Poco se habla de su relevancia, aunque se trata en el aspecto principal a la hora de comprar un smartphone, hay más gente que me pregunta al comprar un teléfono: ¿qué tal la batería?, de lo que lo hacen por las cámaras.
Queramos o no, nos pasamos el día pendiente del porcentaje de energía, sobre todo si estamos mucho tiempo lejos de casa o de un enchufe. La carga rápida ha cambiado muchas cosas y ha provocado que tengamos muchas más facilidades, pues con solo conectar el smartphone unos minutos a la corriente, estamos listos para seguir. Aunque llegado el pleno 2023, tenemos que mirar la batería con otros ojos, ya no solo nos vale comprobar las horas de pantalla que nos ofrece la autonomía del teléfono. Entra en juego la vida de las baterías, sobre todo si queremos un teléfono duradero.
Otros elementos que tienen una gran importancia en el envejecimiento de los smartphones lo encontramos en los materiales que se utilizan, el desgaste puede llegar a ser notorio en los botones de volumen, desbloqueo o incluso en la parte trasera de los teléfonos. No solo dependemos de la suerte o el cuidado, ya que, si se nos cae al suelo, de nada nos valdrán las actualizaciones.
El procesador, la memoria RAM y el almacenamiento deben ir a la par con el resto de componentes y el software o de lo contrario, por muchas actualizaciones que pueda recibir un terminal, terminaremos cansándonos de su lentitud, escasas capacidades o limitaciones. Las cámaras, para quienes les gusta inmortalizar recuerdos, no será lo mismo hacer fotos con las tecnologías actuales (HDR, IA, correcciones automáticas) a hacerlo con un smartphone de hace 7 años donde nada de lo que tenemos ahora existía o tenía el mismo resultado, por mucho que tengamos Android 14 si el chip o el sensor no está capacitado, hay novedades que no se pueden aplicar.
Parece muy bonito que un terminal pueda mantenerse 7 años actualizado a la última versión de iOS o de Android, pero de nada vale si por el camino pierde autonomía, potencia o funciones. En el momento en el que tenemos que valorar hacerle modificaciones a un smartphone con más de 2 años, como cambiar la batería, ya estamos echando dinero en un producto relativamente anticuado que no sabemos cuánto más tiempo resistirá a un buen nivel.
Además, nunca debemos olvidar que, cuantos más años de actualizaciones recibamos, y más años pasemos haciendo fotos y almacenando contenido, menos almacenamiento nos va a quedar. Y eso, en un tiempo donde las marcas cada vez ofrecen menos opciones de almacenamiento, no deja de ser otra molestia más a sumar.
Estar actualizado no lo es todo
En resumidas cuentas, podríamos comprimir todo lo que hemos mencionado en que una actualización no hace olvidar todo lo demás. No tengo dudas, habrá gente que utilice poco el teléfono y la batería le resistirá mejor el paso de los meses, usuarios que serán muy cuidadosos y podrán extenderlo en el tiempo o personas que no necesiten de las últimas cámaras o tecnologías. Pero, debemos tener claro que muchos años de actualizaciones no lo son todo, a veces poder cambiar de teléfono cada 2 años y que este nos cueste menos dinero, es lo que necesitamos. Por suerte tenemos un mercado de smartphones muy amplio, con marcas que nos ofrecen un enfoque diferente, para que cada uno compre lo que le interesa y necesita.