Nuestro cable del móvil es un elemento importantísimo en el día a día junto a nuestro teléfono. Eso sí, también es uno de los que más fácilmente se pueden estropear, ya que es un elemento flexible que con el paso del tiempo y la cantidad de usos que le acabamos dando, incluso más de una vez al día, puede darnos un buen susto.
A lo largo de tu vida seguro que has visto un cable que está en unas condiciones que posiblemente no sean las mejores. En casa de tu amigo, algún familiar tuyo o una foto por internet y no es algo que solo puede ser perjudicial para tu móvil. Y es que en el caso de que el cable esté en un muy mal estado, puede causar un buen problema en forma de chispazo, que puede dejar marca en ti y en tu casa.
¿Cuándo debo cambiar mi cable?
A la hora de saber si es el momento de cambiar el cable de tu móvil o no, hay ciertos indicativos que nos van a hacer saber, sin ningún tipo de duda, que ha llegado el momento de cambiarlo. Eso sí, si debes cambiarlo, asegúrate de hacerlo por un cable que sea homologado y no dé problemas en el futuro.
La más evidente: el recubrimiento
Sea del material que sea, el cable va recubierto de un material aislante que nos permite manipularlo sin ningún problema y sin temores de que pueda darnos algún que otro calambrazo. Por ello, es importante que compruebes cada cierto tiempo el estado en el que se encuentre este recubrimiento.
Con facilidad y debido a la buena cantidad de veces que solemos doblar el cable, este se acaba rompiendo o abriendo un poco, sobre todo por las zonas de conexión. Tanto es así, que en el caso de que se encuentre muy roto el cable y se pueda ver incluso el interior del cable, puede darse el caso de tener problemas con el tacto y acabe en un calambre. Este es un indicativo más que suficiente para que sepamos que es el momento de cambiar el cable.
Por si acaso te estás preguntado por la calidad de los materiales y las diferentes posibilidades a la hora de contar con un nuevo cable, el mejor de todos es el nylon trenzado, es el más resistente. Aunque claro, también es el más caro y la gran mayoría de las marcas acaban apostando por el plástico.
¿El cable tiene tacto rugoso?
Una de las cuestiones más importantes con las que debes contar es el tacto de tu cable. Y es que tocando el mismo, nos podemos dar cuenta que algo no va bien. Por ejemplo, si el tacto del cable es bastante rugoso o nos encontramos con que el mismo puede tener algunas arrugas, debes ponerte en lo peor.
Normalmente esto se debe a que en el interior del cable, el cuerpo del mismo se está tronchando o incluso doblándose por encima de sus posibilidades. Esto puede acabar con un problema en el cable que lo haga dejar de funcionar. Por ello, en cuanto veamos la menor de las anomalías en torno al cable, lo mejor es que vayamos buscando cuanto antes un sustituto de garantías.
El conector no está en buenas condiciones
La zona por la que conectamos nuestro cable al teléfono o al cargador o toma de corriente también puede sufrir los embistes del día a día. Una mala conexión, un uso indebido o incluso un golpe con algo de su alrededor puede haber hecho que el conector se rompa un poco o que no funcione como debería.
Esto por supuesto, acaba provocando que podamos tener muchos problemas a la hora de enchufar el teléfono a nuestro cable. Y es que al momento de conectar el cable, si el mismo provoca problemas con las condiciones en las que se encuentra, puede llegar incluso a dañar el teléfono. Por lo tanto, cuando veas un mínimo atisbo de que el conector puede estar roto, lo mejor es que lo cambies.